El titular del radicalismo, Ernesto Sanz ya se decidió: la semana próxima pedirá una licencia en la conducción del Comité Nacional para lanzarse a la campaña como candidato a la presidencia. El titular del radicalismo se convierte así en el tercer precandidato del partido, junto a Ricardo Alfonsín y Julio Cobos, para competir por la primera magistratura en octubre de 2011.

Según confirmaron a DyN fuentes partidarias, el anuncio será la semana próxima, en simultáneo con el anuncio de su candidatura y se haría efectivo a mediados de enero, cuando será reemplazado por el vicepresidente partidario, Angel Rozas, que trabaja a favor de la postulación de Alfonsín.

Desde que mostró sus primeras intenciones de competir en la elección presidencial, algunos sectores partidarios expresaron su malestar porque la campaña podría quitar tiempo para sus funciones como presidente de la fuerza y también porque dejaría de ser imparcial en sus decisiones. Es por eso que el mendocino quiere evitar cualquier inconveniente y dará un paso al costado en la conducción del centenario partido, para iniciar las recorridas por el interior del país.

Una de las desventajas que posee Sanz con respecto a sus competidores es que es menos conocido entre los votantes que Alfonsín y Cobos, pero el legislador se manifestó optimista al evaluar que eso será "superable" con distintas acciones de campaña. "Prefiero tener un nivel de desconocimiento alto, cosa que se pueda corregir con una buena instalación y un recorrido del país, a tener un alto grado de conocimiento pero que te conozcan mal, de eso no se vuelve, no se puede corregir", analizó en declaraciones a Radio El Mundo. Según comentó, "la semana que viene voy a estar anunciando" la postulación presidencial pero aclaró que la última palabra sobre quién será el candidato la tendrá el partido.
Para Sanz, "la existencia de varias opciones fortalece a un partido como el radicalismo, en pleno proceso de recuperación". Ricardo Alfonsín y Julio Cobos, obviamente, tienen otro motivo para preocuparse.

La semana pasada el Senador Sanz desayuno en el programa de Magdalena Ruiz Guiñazú y aca esta la entrevista para escucharla.

Escuchar la entrevista.

Como todo el mundo político sabe, el partido radical ya se prepara para una interna presidencial que incluya a los tres dirigentes mejor posicionados para competir en 2011.

Muy temprano, apenas terminado nuestro programa de radio, disfrutamos de los minutos libres de un hombre ocupado, preocupado (¿por qué no?) y actualmente jefe de un partido centenario como es la UCR.



—Como presidente del partido, explica el senador Ernesto Sanz, me encuentro hoy en un rol en el que me siento muy cómodo y, al mismo tiempo, orgulloso de ser jefe de un partido que, en el escenario de los últimos tres años, es fruto de la supervivencia a la que estábamos sometidos como partido político por ser un momento de una crisis muy profunda. Tuvimos que ir a buscar un candidato a presidente fuera del Partido (como lo fue Roberto Lavagna) precisamente porque la UCR estaba pasando por una verdadera crisis. Hoy, tres años después, que en la crónica periodística se hable de la cantidad de candidatos que tiene el radicalismo para la presidencia de la Nación o de las disputas internas entre candidaturas, personas o programas, a mí me parece un dato al que miro con la óptica del vaso medio lleno y no del vaso medio vacío. Yo considero que uno de los deberes más importantes que tiene la política en la Argentina es el de fortalecer justamente el sistema de los partidos políticos. Y le estoy hablando desde un partido que, el año que viene, cumplirá 125 años. Que tiene un volumen territorial que abarca a todo el país y que, además, posee un desarrollo importante en cada rincón de nuestro territorio. Fíjese que, el año que viene, vamos a presentar candidatos a gobernadores en todos los distritos; para intendentes también en todos los pueblos y, además, a esto le pone la frutilla del postre el hecho de tener varias opciones para la presidencia de la Nación.

—Opciones que van a complementarse cómo?
 
—Bueno, con los otros aliados. Me refiero al Partido Socialista y al GEN. Y si usted pone sobre la mesa todas estas cuestiones, advertirá que el nuestro es un partido que ha recuperado su vocación de Poder. Un partido que se prepara para construir una alternativa.

—¿Por ejemplo?
 
—Yo diría que la definición con respecto a las personas es lo de menos. Eso va a ocurrir el año que viene.

—Vamos, senador, pero esa es modestia suya. No es lo mismo el senador Sanz que el 
vicepresidente Cobos.
 
—Yo todavía, en lo personal, no tengo decidido cuál va a ser mi destino. Probablemente, en los primeros meses del año resuelva. Y digo, probablemente, porque hoy mi deseo y la voluntad de mucha gente también van dirigidos a esto; que yo resuelva competir internamente en mi partido por la candidatura a presidente. Pero, en realidad, lo que estoy tratando de ofrecer es una alternativa que mejore la competitividad electoral del radicalismo. Ricardo Alfonsín tiene muchísimas virtudes y representa a un segmento del partido y de la sociedad. El mismo caso es el de Julio Cobos, y yo puedo ayudar a mejorar esa competitividad. Y si, finalmente, entre los tres podemos sumar a la fuerza del partido… en buena hora. No lo digo por falsa modestia. Simplemente, me expreso con los pies sobre la tierra pensando que, probablemente, ninguno de los tres candidatos logre concitar el interés del conjunto del total. La sumatoria hace a la competitividad.
—Con los pies sobre la tierra es fuerte la fórmula Sanz-Alfonsín… O también Alfonsín-Sanz.
El senador suspira, sonríe y respira hondo
—En este momento de la conversación, lo que yo tengo que hacer es callarme la boca y aceptar ese dato que usted me plantea. En definitiva, si ese es el camino final, nos vamos a sentir muy orgullosos de poder representar una alternativa. Mire, la gran obligación de la dirigencia política no kirchnerista es construir una alternativa confiable. Es tratar de sacarle a la sociedad argentina el escenario de los miedos en el que hoy se debate. Muchos miedos: a la inseguridad, a la inflación, a la inserción internacional. Lo que hay que hacer aquí es transformar estos miedos en confianza. Y le digo más: la fuerza política o los dirigentes que logren captar (en una sociedad) confianza que signifique poner una bisagra a estos 27 años de una democracia muy precaria. Esos candidatos o ese partido van a tener la clave de la Argentina que viene. Nosotros pretendemos protagonizar eso.

—Bueno, y como dicen los analistas, “aquí y ahora”, ¿cuál es la forma que le surge en este desayuno que estamos compartiendo?
 
—A ver… sin nombres, claro, porque, repito, no estoy en condiciones de dar nombres.

—¿Entonces?
 
—Entonces: un radical y un socialista como vicepresidente.

—Pero como yo no tengo ningún pedido de confidencialidad voy a ser indiscreta: hay mucha gente a la que le gustaría también la fórmula Sanz-Binner.
 
El senador se ríe, estira los brazos, suspira.

—En este reportaje arranqué diciendo que lo hacía como presidente del partido y quiero seguir siéndolo hasta el último minuto. Si hay mucha gente que piensa eso, bienvenida. Hay otra, en cambio, que supone que podría ser Alfonsín-Binner o Cobos-Binner, lo cual también tiene su dosis de realidad y esto hay que respetarlo. Creo que el socialismo y el GEN están aportando, desde sus respectivas fortalezas, a una construcción colectiva. Sobre todo el GEN en la provincia de Buenos Aires. Margarita (Stolbizer) es un baluarte. La adoro, la quiero mucho. Sentí mucho (y sigo lamentándolo hasta el día de hoy) que se haya ido del partido, pero también reconozco que ella tuvo sus razones para construir por fuera del radicalismo. No le ha ido mal y no lo veo como un disvalor para mi partido. Al contrario. Ella suma. Y en cuanto al socialismo, es un partido que, además de compartir cien años de historia con nosotros, está haciendo buena gestión. Últimamente, el socialismo le ha dado, junto con el radicalismo, la impronta a la gestión de Santa Fe. Me refiero al Frente Progresista, y tiene figuras como la de Binner, como Rubén Giustiniani, como Miguel Lifchitz, que son hombres de primerísimo nivel en la política argentina. Yo creo que si nosotros somos capaces de dejar de lado cuestiones secundarias, menores, y construir aquello de lo que le hablé antes: otorgar certezas, confianza, un proyecto alternativo, bueno, la elección del año que viene va a tener buenos resultados para nosotros.
—¿Cómo ve la posición de la Coalición Cívica, de la doctora Carrió?
—Mire, nosotros hicimos muchos esfuerzos para construir en conjunto y se lo puedo asegurar. Y me consta que los esfuerzos también han sido fruto del trabajo de los laderos de Lilita.

—La palabra es exacta: “laderos”. No, ella.
 
—No voy a dar nombres para no generar una interna, pero me consta porque tengo muchos amigos allí, que han trabajado mucho en este sentido. Sin embargo, nos queda el sabor amargo de que el gran problema es que Lilita quería conducir al conjunto de partidos políticos opositores. Y el radicalismo es un partido que pudo haber estado en condiciones de ser conducido desde afuera en alguna época de crisis. Pero ahora, recuperado, con volumen, con organización, con mucha vocación de poder recuperar fuerzas y con una generación como la mía que se ha hecho cargo de la conducción, el liderazgo tiene que venir desde adentro del radicalismo. Sin embargo, nosotros no queríamos tampoco conducir al conjunto de la oposición. Queremos compartirlo. Y creo que a Lilita le cuesta compartir espacios. Lo lamento, aunque creo que siempre hay cinco minutos para la reflexión en un país donde la sociedad nos está reclamando gestos de grandeza para construir en conjunto.

—Y, en este momento senador, cuando usted dice “la sociedad”…bueno, tenemos un panorama casi aterrador… es un fin de año que no esperábamos. Un fin de año con “tomas”, por ejemplo, algo inconcebible en una sociedad que se rige por el Estado de Derecho.
 
—El episodio de Villa Soldati –retoma Sanz– o la sumatoria de todas las tomas que aún están ocurriendo en este momento. Se frenó lo de Soldati, pero, ¿y las otras que han aparecido? Esto está mostrando la cara de lo peor de la Argentina. Una Argentina que no solamente es la cara de la marginalidad o la exclusión. Hay mucha marginalidad y exclusión que no “ocupan”, que no realizan “tomas” violentas; que no tienen revólveres en la mano; que no extorsionan ni son xenófobos. Pero, cuando se suman todos esos factores y además el factor de la droga, observamos que hay un panorama en la Argentina que incluye al narcotráfico. La presencia de los narcos en los asentamientos marginales ha dado vuelta el mapa. Incluso, los propios liderazgos sociales. Fíjese que un dirigente radical de la zona sur de la Capital Federal, me decía: “Ahora se sorprenden ustedes (hablando de la sociedad en general) de la existencia de bandas de narcos, bandas de barrabravas y de todo este tipo de liderazgos negativos. Hace diez años que la política dejó de ejercer liderazgo en todos esos asentamientos. Era un liderazgo clientelar. De acuerdo. Pero era un liderazgo que disciplinaba pacíficamente. Que “ordenaba” pacíficamente. Desde hace diez años, el mapa social de todos esos lugares ha ido mutando y hoy todos son liderazgos negativos. Provienen de la droga, del delito, de la extorsión.

—Y de la pobreza.
 
—Y de la utilización asquerosa e indignante de la pobreza. Si a todo esto le sumamos que el Gobierno nacional contesta a esta realidad con un discurso progresista, con una vociferación progresista (pero que tiene poco de progresista) bueno… estamos en un cóctel explosivo.

—Seamos francos: el día jueves y parte del viernes nos encontramos con que Macri dice que no va a conversar y la Presidenta contesta que ella tampoco. La Capital se convirtió en una tierra de nadie y nosotros, los ciudadanos, quedamos en una situación anómala y aterradora.
 
—Sí, porque fue también el epicentro de una crisis política profunda. Cuando, en vez de hacerse cargo de la situación, la política se retrae, pone entonces sobre la mesa las mezquindades y las diferencias. Y pasó lo que pasó. Gracias a Dios, creo que esa misma dirigencia política, fruto del cachetazo que le pegaron la sociedad y la realidad, cinco días más tarde tuvo que deponer sus actitudes extremas y se sentaron a una mesa a conversar.Convinieron algo que, por primera vez en la Argentina, puede transformarse en un ejemplo institucional que significa haber decidido que en cualquier lugar del país, la ocupación ilegal de una tierra o de un espacio público, es un delito. Haber decidido que, frente a este hecho delictivo, el Estado no puede premiar ni apoyar ni ayudar. Tiene que disciplinar. Y fue tan fuerte (y deseo hacer hincapié en esto como un valor) que cinco horas más tarde la gente entendió el mensaje. Entendió que la política había tomado esa decisión y desalojó el parque Indoamericano. Y los mismos punteros. Este famoso Salvatierra, puntero de los K, que había sido el generador de la ocupación, llegó (después del acuerdo entre el Gobierno nacional y el Gobierno de la Ciudad) hasta el Parque y notificó a todos de que la política había decidido que aquello era un delito: “Muchachos, vámonos. Si no, van a venir a desalojarnos…” Fíjese qué fuerte el episodio. Si uno lo traslada (y quizás soy un poco utópico) a una mesa de discusión, además de definir qué es una ocupación ilegal, si pudiéramos definir ocho o diez grandes temas, esto serviría de ejemplo al ciudadano común. Tenemos el tema de los piquetes, la ocupación de las calles, los cortes de rutas. Si pudiéramos definir estos temas, la Argentina daría un giro muy grande hacia lo que es un país serio.

—Desgraciadamente, algunos confunden “orden” con “represión”. Son dos cosas absolutamente diferentes.
 
—Y esto es así porque, en los últimos años, se ha bastardeado el discurso del orden democrático. El orden democrático es, precisamente, el orden nacido del respeto a la ley y del respeto de los derechos de unos y otros. El orden democrático es el que hace que cada argentino que viaja al exterior y regresa, vuelve maravillado porque en los países del primer mundo lo que más llama la atención es el respeto mutuo por los derechos del otro. El respeto por los espacios públicos. Y me pregunto: ¿tan difícil es, en la Argentina, debatir acerca de cuál es el marco del orden democrático? El orden democrático no es autoritario. No es un orden represor ni ilegal. No es un orden para un tirano, para un dictador. El orden democrático es el orden que la sociedad se impone a sí misma, y lo que deben hacer los gobernantes es administrarla. Nada más.

—No puede ser que el martes y el miércoles las calles de la capital Federal fueron cortadas por distintos grupos y la Policía (presente) en vez de liberar la mitad de los carriles, dejaba pasar un solo coche por vez. Los que trabajamos en el centro nos encontramos sumidos (más allá del terrible calor) en la imposibilidad de circular, salvo que lo hiciéramos caminando.
 
—Mire, en mi provincia, la Ruta Panamericana internacional que une Mendoza con Chile y al Mercosur con Chile, y por la cual transitan 1.500 camiones por día, ha estado durante toda la semana pasada con graves problemas que han provocado pérdidas económicas enormes y esto ocurrió porque un grupo de ex trabajadores de YPF, que tiene una deuda con el gobierno, cortó la ruta. Es decir que pusieron un obstáculo al comercio del Mercosur. Y esto ocurre porque hay una permisividad hipócrita del poder, que confunde el orden democrático con el orden represivo.

Mire, voy a darle un ejemplo concreto: este miércoles, hubo sesión en el Senado de la Nación. Teníamos muchos temas pero, obviamente, se tocó el tema de Villa Soldati y se produjo un profundo debate. Lo escuché con atención a Miguel Pichetto, cuando cerró el discurso como Presidente del Bloque oficialista. Pichetto hizo una defensa irrestricta de la decisión de 2003, de Néstor Kirchner, de no generar ningun hecho de represión ni criminalizar la protesta. Pero, fíjese usted sobre qué fundamentos (y aquí me parece que está lo peligroso de la cuestión) lo hizo: argumentó que las fuerzas de seguridad (que son la herramienta de cualquier gobierno para generar autoridad y orden) tienen un componente autoritario que se arrastra desde las épocas del Proceso y esto es lo que le ocurrió a Duhalde en la época de Kosteki y Santillán. Ahora bien, yo digo: si un gobierno se refugia en esa debilidad que yo comparto (es posible que haya que trabajar mucho sobre las fuerzas de seguridad respecto a esa mentalidad represora) si se refugia en eso, repito, y no hace nada por cambiar la mentalidad de esas fuerzas… bueno, ¿recién ahora se le ocurre al Gobierno poner a la doctora Garré al frente de un ministerio y comenzar a analizar la conducta de la Policía? ¿Después de ocho años? Me parece que aquí aparece mucha improvisación: no ha habido una política de seguridad.

Convengamos que la palabra “seguridad”, para el gobierno de los Kirchner (ambos), ha sido una palabra ausente como política de Estado. Y todos somos conscientes de que la inseguridad tiene un alto componente de desigualdad social. La marginalidad, la inclusión, la pobreza. Todas estas cosas tienen un componente. Ahora bien, el Gobierno se dedicó a ese aspecto del tema y olvidó lo que significa la exteriorización delictiva, que ya no es un problema de la pobreza, sino que hay bandas que se dedican a delinquir; hay profesionalismo en estas cuestiones y el Estado no puede carecer de respuesta para esto.Si, al mismo tiempo, hay asignaturas pendientes graves como la pobreza, la inflación y advertimos que hay un clima social de intemperancia, generado por el propio modelo del Gobierno, estos temas tendrán que ser centrales en el debate público, tanto hoy como el año que viene.

F

En horas claves para un acuedo político que solucione el conflicto desatado por la ocupación del parque Indoamericano, la UCR reclamó "abandona la pelea" política y pidió un accionar conjunto para resolver el conflicto.

Ernesto Sanz, presidente del radicalismo, cuestionó esta mañana al Gobierno y al macrismo por estar "ausentes" frente a la problemática.



En declaraciones a radio Mitre, Sanz reclamó a los funcionarios que "abandonen la pelea y actúen en conjunto". El senador mendocino dijo estar "azorado" frente a la situación, y aseguró que el radicalismo "está muy interesado en participar" de la búsqueda de un acuerdo político para normalizar la situación.

En la misma línea, Ricardo Alfonsín reclamó esta mañana al Gobierno y al oficialismo porteño que resuelvan "entre ambos" la ocupación del Parque Indoamericano sin importar "quién paga menos costo político".
Alfonsín, uno de los precandidatos de la UCR de cara a 2011, consideró "preocupante" que tanto la gestión de Cristina Kirchner como la de Mauricio Macri, mantengan "una actitud" de enfrentamiento sobre el tema.
En declaraciones a radio 10, Alfonsín opinó que la ocupación del predio situado en Villa Soldati "no se trata de un problema entre" los gobiernos sino "algo que tienen que resolver" ambos.

 El radicalismo presentó hoy una demanda contra el ministro de Economía, Amado Boudou, por la presunta "violación de sus deberes de funcionario" a raíz de supuestas "irregularidades" en las mediciones del (INDEC) y pidió a la Justicia la "inmediata intervención" del organismo.

 
El titular de de la UCR, Ernesto Sanz, y el titular del bloque de senadores de ese partido, Gerardo Morales, radicaron la denuncia en los Tribunales Federales de Comodoro Py, en base al reciente informe presentado por el Consejo Académico de Evaluación y Seguimiento (CAES) sobre el organismo.
Los dos senadores nacionales advirtieron que, de ese documento, "se desprende como prueba irrefutable la existencia de irregularidades en el manejo de las estadísticas públicas, lo cual ocasiona un serio perjuicio a la economía de la República".

En el escrito, Sanz y Morales solicitaron a la Justicia que "ordene la inmediata intervención judicial del INDEC, hasta tanto una norma emanada del Congreso de la Nación disponga -de acuerdo a derecho- su regularización".

Además, los legisladores solicitaron que "se ordene la investigación de la presunta comisión del delito de violación de los deberes de los funcionarios públicos, tipificado en el artículo 249 del Código Penal de la Nación, al licenciado Amado Boudou junto a los directores del organismo, Ana María Edwin y Norberto Itzcovich".

Esto, señalaron, "en relación a la manifiesta negativa de prestar la información requerida por el CAES, según el artículo 5 del decreto 927/09 de creación del mismo". En 2007, la UCR había demandado a la entonces ministra Felisa Miceli y a la funcionaria del INDEC Beatriz Paglieri por abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, violación de secretos, falsificación de documento público, defraudación por desbaratamiento de derechos acordados, y asociación ilícita.

La denuncia había sido realizada ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 6, Secretaría Nº 11, con intervención de la Fiscalía Nº 4. "Ante la presunta comisión de nuevas conductas penalmente reprochables -fundamentan los radicales en esta nueva presentación-, venimos a denunciar nuevos hechos y a solicitar que se ordene la investigación de la presunta comisión del delito de violación de los deberes de los funcionarios públicos por parte de quienes tienen a su cargo el principal instituto de estadísticas del país".
Fuente: DyN.



Probablemente el país no termine nunca de valorar y agradecer lo suficiente el extraordinario aporte del peronismo a la unión de los argentinos.
Es sabido que su fundador ha cobijado, bajo el manto omnicomprensivo del gran movimiento, a grupos que iban de la extrema derecha a la extrema izquierda, a familias patricias de Barrio Norte y a descamisados sin apellido, a López Rega y a Firmenich. Sólo el peronismo es capaz de haber tenido a su servicio, simultáneamente, a los Montoneros y a la Triple A. Todas las razas y religiones políticas encuentran su lugar en la barca de Perón, a excepción de yanquis y marxistas (que tienen que ponerse en lista de espera).
Qué notable: Rucci era recontra peronista y también se decían peronistas los que lo acribillaron a balazos. Desde el principio de sus tiempos, en el PJ hay lugar para todos y para cualquiera, porque no hay diferencia que no pueda ser superada por el apellido común: peronista.
En esa barca han viajado, o viajan, Isabelita Perón y Cristina Kirchner (bueno, esta última sin excesivo entusiasmo), Hugo Moyano y Domingo Cavallo, Guido Di Tella y José Pablo Feinmann, Carlos Kunkel y Aldo Rico.
Guillermo Moreno es peronista y a Mauricio Macri, que está en las antípodas, le encantaría serlo. Aníbal Fernández y Francisco de Narváez son peronistas. Scioli fue peronista con Menem y con Duhalde, y ahora es peronista con Kirchner y con el que haga falta. Cobos quiso ser peronista, y durante un tiempo casi lo consiguió. El diputado Federico Pinedo está cerca: es pronista. Alfonsín soñó con la pata peronista para su tercer movimiento histórico. Todos los caminos, en fin, conducen a la Roma de Perón, tierra de coincidencias, de amalgamas, de sintonía.
El último ejemplo de la fuerza aglutinadora del PJ es la flamante convergencia de Néstor Carlos Kirchner y Carlos Saúl Menem, dos almas distintas, dos hombres incluso opuestos, dos espíritus genéticamente enfrentados. Todo los distanciaba y nada los unía hasta que, otra vez, el imán irresistible del efluvio peronista -un fenómeno difícil de definir, pero de poder innegable- los puso en la misma vereda. Así, donde antes había lucha ahora hay conjunción, donde había distancia hay comunidad de intereses.
Néstor Carlos y Carlos Saúl, dos caudillos hechos en la bravura del interior profundo, de pronto deponen armas y se reconcilian en el Senado (como volvió a quedar demostrado la semana pasada a propósito del debate sobre el matrimonio gay), y no queda otra explicación, para los que seguimos el espectáculo desde afuera, que la fuerza beatífica de la doctrina común.
La dimensión de este gesto está dado no tanto por el aspecto más personal -finalmente, hasta el impetuoso de Batman se llevaba bien con el fino de Robin-, sino más bien por lo que viene detrás. Con ellos, con Carlos y Néstor, se reconcilian -y la historia se pone de pie- el neoliberalismo con las Madres de Plaza de Mayo, la década del 70 con la del 90, los indultos con el museo de la ESMA, la Sociedad Rural con Carta Abierta, Bernardo Neustadt con Horacio Verbitsky, el cohete intergaláctico con el tren bala, María Julia con Cristina, Alberto Fernández (ex funcionario de Menem) con Alberto Fernández (ex jefe de Gabinete de los Kirchner), el 1 a 1 con el 4 a 1, el mercado con el Estado. El que la tiene más fácil es Amado Boudou: él fue liberal en los 90 y ahora le sale con toda naturalidad ser exactamente lo contrario.
Carlos y Néstor han indicado, pues, con su actitud, el camino por seguir: a partir de ahora se borran las diferencias entre los Bush, amigos del riojano, y Chávez, amigo de los Kirchner; entre Anillaco y El Calafate, entre Aerolíneas Argentinas privatizada y AA reestatizada. ¿Cuánto falta para que Zulemita se sume a las huestes de La Cámpora, comandada por el hijo de los Kirchner? ¿Cuánto para que los viernes en Olivos no se juegue un picado de fútbol sino unos hoyitos de golf? ¿Cuánto para que Carlos Corach se convierta en Karlos Korach? Alberto Kohan sorprenderá en cualquier momento: "Yo siempe fui K".
Es cierto que hay otras cosas, tan propias de las dos eras, que no cambiarán: los helicópteros y aviones privados, las fortunas amasadas no gracias al poder sino a un esforzado trabajo de sol a sol, el sacrosanto respeto por la independencia de la Justicia, el celo para no interferir en el Congreso, el uso de los fondos reservados de la SIDE sólo para tareas de alta inteligencia.
Qué maravilla: los dos viejos líderes vienen a descubrir, a la vuelta de tantas batallas, que en realidad tienen muchísimas cosas en común y que finalmente la historia los va a encontrar más unidos que dominados (por la ira). Es sobrecogedor: Néstor, que le dio vuelta la cara cuando Carlos juró como senador, últimamente, ante las decisivas batallas en el Senado, lo hace llamar, cuidar, proteger. Aníbal Fernández, antimenemista serial durante todos estos años, vuelve sobre sí y nos dice que siempre tuvo un enorme respeto por el ex presidente. Entrañable actitud.
El video de YouTube que muestra al gobernador Néstor elogiando al presidente Menem y poniéndolo a la altura del mismísimo Perón, pornografía política durante todo el pingüinato, probablemente será rehabilitado. Y difundido una y otra vez en 6,7,8 .
Ya lo dijo el General: para un peronista no hay nada mejor que otro peronista. Para Carlos no hay hoy nada mejor que Néstor, y para Néstor, nada más necesario que Carlos. El gesto debería ser visto como musa inspiradora en los faustos del Bicentenario. Si ellos pudieron, el país puede. Néstor y Carlos, un solo corazón. Perón lo quiso. Perón lo hizo.
© LA NACION

Ernesto Sanz suena como alguien que se sacó un peso de encima.

Coquetear con ser el tercero en discordia en la interna radical que hasta el momento disputaban Julio Cobos y Ricardo Alfonsín le dio una autonomía de esos dos sectores que hasta ahora desconocía. Pero le gusta.
"No lancé ninguna candidatura, solamente generé una expectativa presidencial que contiene a muchos radicales", juguetea sobre su decisión.

En la entrevista con La Nacion, sin embargo, el senador mendocino prefiere hablar como titular de la UCR. Desde ese lugar, revela que analiza adelantar las internas partidarias para marzo, aunque el cobismo lo rechace y que irá a la Justicia para que el Gobierno dé certezas sobre las primarias previstas para agosto.
Además, da por terminada la alianza de la UCR con Elisa Carrió. "La sociedad no toleraría que volviéramos a juntarnos", dice, y les reprocha a los sectores internos de su partido que "no se comprometen a ser adultos".

-¿La solución para la interna entre Cobos y Alfonsín era lanzarse usted como candidato? 

-Al contrario. No lancé ninguna candidatura, solamente generé una expectativa presidencial que contiene a muchos radicales. Y la prueba es que a la hora de salir a poner la cara para explicar los desaguisados de los diputados y senadores y las derrotas parlamentarias, el único que lo hizo fui yo. Es lo contrario de lo que haría un candidato, pero lo tiene que hacer el presidente del partido.
-¿Usted cómo se define hoy? 

-Soy el presidente del partido y generé en algunos una expectativa presidenciable, pero trabajo como presidente del partido.

-¿Pero esa expectativa no atenta contra su propio trabajo? 

-No. Los radicales de buena fe me van a seguir respetando, los que tengan mala fe y especulaciones perversas van a seguir usando excusas para no hacerlo.

-Sobre su postulación, usted dijo que estaba al borde de la pileta, pero que no tenía agua para tirarse. ¿Cuál sería el agua de la pileta? 

-[Piensa] Necesito que se sumen factores de competitividad electoral: generar confiabilidad interna y externa, conocimiento público y volumen territorial.

-¿No los tiene? 

-Sólo en parte. No alcanza.

-¿Cómo va a hacer para que la UCR elija candidatos en marzo? 

-Estamos presentando una medida judicial para obligar al Gobierno a manifestarse sobre la certeza de las internas del 14 de agosto, porque no las reglamentan y tenemos serias dudas de su real intención.

-¿Está apurado para que no estalle la interna radical y arruine todo? 

-No, simplemente quiero aprovechar la potencialidad de un radicalismo unificado y del programa. Lo digo hace rato porque ya sabía que la interna de la UCR se visualiza como un disvalor y no como factor de recuperación.

-¿Ese es su único motivo? 

-También nuestros aliados [socialismo y GEN] nos están presionando y tienen sus razones. Y es cierto que es difícil sostener una interna hasta agosto, cuando los actores internos no se comprometen a ser adultos.

-¿Está enojado por las peleas de cobistas y alfonsinistas o porque lo criticaron por postularse? 

-Nada de eso. Pero el partido tiene que ser capaz de discutir adultamente un tema que no es para perjuicio ni para conveniencia de nadie.

-Pero los cobistas creen que quieren adelantar la interna para perjudicarlos .

-Les podría decir que su negativa termina perjudicando al partido.

-¿Y si siguen con la negativa? 

- No es ilegal ni está prohibido que un partido organice elecciones antes de agosto. Presentarse en esa interna no será obligatorio ni vinculante, pero tendrá un peso político innegable...

- Entonces ¿van a adelantar la interna sin el aval de Cobos? 

-El comité deberá evaluarlo, y también será un tema debate en la convención del 3 y el 4 de diciembre.

-A un mes de la muerte de Kirchner, ¿qué le pasó a la oposición? 

-El Gobierno se acomodó mejor a las circunstancias. Pero en los próximos meses, ellos van a sentir en serio la ausencia del único tipo que los ordenaba, y la oposición encontrará otros canales de efectividad.

-¿Es una expresión de deseo? 

-Es un desafío. La oposición que quiera gobernar la Argentina se va a distinguir por un proyecto de país alternativo. Y la oposición que pretenda sobrevivir sólo tirando piedras será como la película Sexto s entido: van a parecer vivos, pero van a estar muertos.

-¿Lo dice por Elisa Carrió? 

-Al que le quepa el sayo...

-¿Da por cerrada la alianza de la UCR con Carrió? 

-Sí. La sociedad no toleraría que volviéramos a juntarnos después de las cosas que pasaron.
DIXIT

"No lancé ninguna candidatura, solamente generé una expectativa presidencial que contiene a muchos radicales. Pero trabajo como presidente del partido"

ERNESTO SANZ
Senador y presidente de la UCR

Ernesto Sanz se perfila como el tercer precandidato de la UCR de cara a 2011. El presidente del radicalismo reconoció esta mañana que está "en condiciones" de competir dentro de su partido para representar a la fuerza en los comicios del año próximo.

"Me puse el short de baño y estoy en la orilla de la pileta (pero) hoy no tiene agua. Si el día de mañana tiene agua, veremos", deslizó el senador en declaraciones a radio 10.

Consultado sobre sus hipotéticas aspiraciones de pelear por la presidencia, el jefe partidario admitió: "estoy en condiciones personales de candidato a presidente".

Y comentó por qué desde hace algunos días ya no descarta su candidatura: "Dejé de decir que no porque me pasé seis meses diciendo que no y lo único que lograba era que algunos amigos míos bajaran los brazos al no sentirse contenidos por otras expresiones internas del partido". Aunque aclaró: "De ahí a que esto se resuelva, habrá que ver el año que viene que es el momento de definir las candidaturas".

En tanto, Sanz volvió a reclamar el adelantamiento de las elecciones primarias para consagrar al candidato presidencial de cada fuerza, al considerar que la fecha de agosto del año próximo "es una trampa para todos" los postulantes que no pertenecen al oficialismo.

"El oficialismo hace campaña permanentemente y aparentemente ya tendría a su candidata, que es la Presidenta y ellos tienen esa ventaja, pero nosotros estamos condenados a ir a agosto, cuando deberíamos tener mucho más tiempo (para instalar al aspirante a la Casa Rosada)", sentenció.


 

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