Se trata de un diario personal, donde podemos compartir día a día su mirada, e intercambiar opiniones con él sobre las actividades, experiencias y eventos de la campaña.

Cada una de las notas tiene integradas herramientas que te permitirán compartir su contenido en las redes sociales (Facebook, Twitter).

El precandidato presidencial, Ernesto Sanz, remarcó hoy que los radicales están en condiciones de conducir el país y critico al líder de la CGT, Hugo Moyano. El legislador destacó que el Gobierno pretende mostrarse como el único capaz de dominar al sindicalista.

"Mi partido no es el mismo, ahora es conducido por una generación con vocación de poder", explicó el senador nacional en declaraciones a radio 10. "Tampoco el país es el mismo porque el mundo hoy es más amigable en términos económicos con la Argentina".


Para Sanz, por esas razones hoy "la gobernabilidad no está en juego como en décadas anteriores", pero cree que desde el oficialismo alientan esa idea. "Moyano es un monstruo creado por el Gobierno para hacerle crear a la sociedad que sólo ellos lo pueden domar", dijo para sustentar su idea.

Sobre su bajo nivel de conocimiento en el electorado, el mendocino señaló que "prefiere tener bajo nivel de conocimiento a que lo conozcan muchos pero mal". Y agregó: "Hay muchos dirigentes en nuestro país que son muy conocidos pero que tienen un voto negativo del que no pueden volver".

El bipartidismo. Sanz también se refirió a las permanentes declaraciones de Fernando "Pino" Solanas y Elisa Carrió en el sentido de "la necesidad de romper con el bipartidismo y crear fuerzas nuevas".

"Si estuvieran dentro de alguno de los dos partidos tradicionales, hablarían maravillas sobre ellos", se defendió. "En la Argentina para gobernar hace falta una sólida organización política que respalde, hace falta acuerdos con los sectores de poder de la sociedad. Eso sólo se logra desde estructuras como la del partido radical".

Sin embargo, remarcó la necesidad de forjar alianzas con otras fuerzas. "Al socialismo y al GEN los consideramos aliados centrales", aclaró. "Pero para armar una coalición que no sólo gane una elección, sino que tenga un programa que pueda desarrollar. En ese tránsito estamos."

Las diferencias dentro del radicalismo por la interna se agigantan. El encargado de patear el convulsionado tablero fue el flamante presidente de la Unión Cívica Radical, Angel Rozas.

"Para nosotros, no digo para todos, para nosotros que estamos en la dirigencia radical, el candidato oficial del partido va a surgir el 30 de abril", dijo Rozas en una entrevista con radio El Mundo.

Además, el ex gobernador de Chaco puso en duda la presencia del vicepresidente en las primarias de agosto: "Tampoco hay una decisión final confirmada de que Cobos sea candidato en agosto. Hay que reconocer que será lo mejor para Cobos, pero no es lo mejor para la UCR, en su conjunto como partido de oposición que quiere alcanzar niveles de competencia para ganarle al kirchnerismo, no es lo mejor ir a agosto".

Igualmente, añadió: "Vamos a respetar su deseo, nosotros tenemos una profunda vocación democrática hacia adentro y hacia afuera".

Rozas sostuvo que la decisión del mendocino "no fue ninguna novedad". Además agregó: "Cuando se fijo la fecha del 14 de agosto, me pareció inoportuno para los partidos de la oposición porque al único que beneficia esa fecha es al oficialismo, que esta de campaña todos los días por el hecho de gobernar, y me parece que es adormecer a todos los partidos de la oposición hasta 45 días antes de las elecciones, quien puede dar a conocer sus programas, marco de alianzas en 40 días. Sabemos que esto está hecho con una carga de picardía de parte del Gobierno".

También manifestó que tras la realización de la interna partidaria, en mayo, el radicalismo tendrá "el marco de alianza y va a tener certeza el pueblo argentino de quien es el candidato oficial del partido y de la alianza. Soy un convencido de que en segunda vuelta el kirchnerismo pierde las elecciones".

F

Correligionario/a,

Como sabe, he decidido presentarme como candidato a la Presidencia de la República en las elecciones del próximo mes de octubre.

No soy el único miembro de nuestro partido que ha presentado su candidatura. Por ello he decidido también pedir licencia en el cargo de Presidente del Comité Nacional hasta el momento en que hayamos elegido definitivamente a la persona que nos representará en las urnas. Creo que así ayudo a la transparencia de nuestras elecciones internas y a la eficacia de nuestra dirección partidaria, que debe seguir dedicándose por completo a fortalecer al partido y a garantizar su unidad.

Hemos pasado momentos difíciles. Pero la UCR es hoy el eje de cualquier alternativa de gobierno y el partido al que dirigen su mirada muchos millones de argentinos que desean un gobierno nuevo, distinto y mejor. Estoy orgulloso de haber contribuido a ello. Siempre he estado a disposición de mi partido y de mi país; y siempre podrán contar conmigo para defender nuestras ideas y para mejorar la vida de todos.

Estoy convencido de que Argentina tiene ante sí una gran oportunidad de progreso. Sé que en los próximos años podemos hacer que nuestra nación sea un lugar más seguro, más próspero, con más oportunidades para todos y con más peso en el mundo.

Es el momento de liberarnos de todo lo que nos frena y aprovechar todo lo que nos impulsa. Debemos hacerlo precisamente ahora. Lo haremos respetando el pasado, pero sabiendo que las respuestas que buscamos están en el futuro. Y yo quiero hacerlo con el apoyo de una nueva mayoría social que tiene que incluir a muchos hombres y mujeres más allá de las fronteras de nuestro partido.

Vamos a elegir a nuestro candidato de la única forma que sabemos hacerlo: democráticamente. Vamos a respaldar todos al candidato que elijamos. Y vamos a pedir a los argentinos su confianza y su voto. Para ganar y para gobernar.

Espero contar con su confianza para liderar este gran proyecto. Y le envío un caluroso saludo con mis mejores deseos para usted y para los suyos.

Dr. Ernesto Ricardo Sanz

La Unión Cívica Radical aceptó hoy por unanimidad el pedido de licencia de su presidente. El senador mendocino Ernesto Sanz a partir de ahora se dedicará por completo a su campaña presidencial de cara a las internas partidarias que se celebrarán el 30 de abril próximo y en las que enfrentará al diputado Ricardo Alfonsín.


Sanz recibió duras críticas por parte del alfonsinismo por su doble rol de presidente de la UCR y candidato. El mendocino ya tenía decidido tomar licencia, pero el trámite se demoró y recién se convirtió en realidad hoy, cuando la conducción radical designó al ex gobernador de Chaco, Ángel Rozas, como nuevo presidente.

Además, se confirmó que el 30 de abril se disputará la interna partidaria entre Alfonsín y Sanz que será "abierta y con fiscales independientes" según aclararon en el seno partidario. En la misma podrán participar todos aquellos afiliados e personas ajenas al partido que no estén inscriptas en otra fuerza.

Por su parte, el vicepresidente Julio Cobos, tercer presidenciable en discordia, ya tendría decidido no participar de la interna, pero si de las primarias estipuladas para el 14 de agosto, en las que enfrentará al ganar de la interna de mayo.

El senador radical y precandidato a presidente, Ernesto Sanz, señaló hoy que sería un "orgullo" que el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, lo acompañara en una fórmula presidencial.

"La fórmula ideal sería un radical en la candidatura a presidente, que aspiro a ser yo, y un socialista en la vicepresidencia", explicó el legislador mendocino en declaraciones a radio Mitre. "Que fuera Binner sería un orgullo para cualquiera ya que es un extraordinario dirigente y está haciendo una gran gestión."

De esta manera Sanz se sumó a Ricardo Alfonsín que, durante el fin de semana pasado, cruzó elogios mutuos con el gobernador santafecino en las playas de Villa Gesell donde compartieron un desayuno en el departamento que el Binner alquila todos los años y luego atendieron a la prensa en la conocida confitería Torino.

Sanz agregó que ya en Santa Fe los radicales están gobernando junto con los socialistas. "Es un frente de socialistas y radicales que nos permite exhibir ante el país un modelo de gestión exitosa", resaltó.
Binner llegó a la gobernación de su provincia en 2007 a la cabeza de un frente conformado por socialistas y radicales. En esos comicios se impuso al candidato justicialista, Rafael Bielsa, con el 48% de los votos.
"Si a eso le sumamos el GEN de Margarita Stolbizer, creo que ahí tenemos una buena coalición", concluyó.

F



La democracia, ya se sabe, no se agota en los comicios. Sin embargo, en vísperas de una elección, parece que el voto lo fuera todo.Compromiso de largo plazo . Los ciudadanos elegimos -por razones de momento- a quienes gobernarán durante años. Y solemos votar emocionalmente. El cirujano más odioso puede ser el mejor; pero a veces dejamos que nos opere el más teatral, aunque sea menos apto. La falta de adecuada información favorece esa actitud.

Menú fijo . En realidad, el votante ni siquiera elige. Opta por uno de los platos preelaborados que ofrecen los partidos. De existir la bromatología política, la venta de ciertos candidatos industriales estaría prohibida. Las primarias, abiertas y obligatorias, habrían hecho que las candidaturas surgieran, como es natural, desde abajo. Es penoso que se las haya desechado.

Propaganda . Vance Packard lo tenía claro: “Rara vez el consumidor elige un producto por su calidad”. Mediante la “investigación motivacional”, los publicistas “bucean en el subconsciente” para saber “qué comprará ese consumidor, de forma compulsiva”. En varios países, el proselitismo no puede durar más de dos o tres meses. Antes, rige una veda absoluta que protege el subconsciente del electorado e impide que los candidatos más ricos saquen ventaja. Por la misma razón -y por la capacidad de la TV para malear opiniones- el Reino Unido y Noruega prohíben la propaganda política en televisión.

Publicidad oficial . Todo aviso firmado por el gobierno es propaganda. No importa que se lo rotule “de interés público”. Las autoridades deben informar a secas; no promoverse a sí mismas mediante spots.

Falsas expectativas . A menudo se dice que, “cuando llegan arriba”, los políticos se olvidan de lo prometido. La amnesia, es indudable, afecta a más de un gobernante. Sin embargo, la gente -que no ha tenido oportunidad de conocer las propuestas- compara a un gobierno con las falsas expectativas que creó la propaganda. La política no hace crecer el pelo ni adelgazar comiendo.

Estrategas . Cuando un candidato tiene objetivos precisos y sabe cómo alcanzarlos, contrata a un experto para expresarlo de manera clara y persuasiva. Pero a veces ocurre lo contrario: un candidato sin objetivos ni aptitud se entrega a un “consultor” que -merced a encuestas- ausculta los deseos del electorado y los transforma en vagos objetivos de su candidato. Es marketing sin sustancia.

Exceso de oferta . Aun sin la intervención de tales “estrategas”, la mayoría de los candidatos tiende a prometer demasiado. Para ganar una elección se necesita ofrecer más beneficios que los oponentes. Pero la oferta debe ser limitada y viable. Hay razones para desconfiar del mortal que dice: “Yo soy el camino, la luz, la verdad y la vida”.

Política agonal . También hay que recelar de quien, para ensalzarse, inventa luciferes. Es fácil atacar a quienes -aun sin razón- son odiados por muchos. Si uno elige las bete noirs adecuadas, tiene asegurado un número de seguidores. Gottfred Liebniz decía que “las sectas no se caracterizan por lo que afirman sino por lo que niegan”. Los políticos responsables deberían evitar que la democracia fuera rehén del sectarismo.

Calidad institucional . Cuando se emplea esta expresión se lo hace para reclamar que el Ejecutivo respete a los otros poderes. Es algo imprescindible en un país donde -negando el principio republicano- los tres poderes suelen habitar en la Casa Rosada. Esa concentración es más fácil cuando Legislativo y Judicial no se respetan a sí mismos. Sea porque el partido gobernante gozó de amplia mayoría, o porque la oposición fue indolente, el propio Congreso ha violado (o permitido que se viole) la Constitución nacional. Durante años dejó que el Ejecutivo legislase, bajo el disfraz de Decretos de Necesidad y Urgencia. Y le ha otorgado, además, facultades extraordinarias. Los legisladores se han despojado, así, de obligaciones indelegables. Todo, con el aval de una justicia que, en más de una ocasión, se ha abstenido de resolver “cuestiones políticas”. Cuando Ejecutivo o Legislativo se salen de los ámbitos fijados por la Constitución, la Corte debe ejercer, inexcusablemente, el control institucional.

Presupuesto . La “ley de leyes” gobierna todos los ingresos y egresos del Estado. No hay tema -sea la economía o el bienestar social, la ciencia o la educación- que no dependa del Presupuesto. A pesar de eso, el Congreso siempre aprueba, con pequeñas modificaciones, los Presupuestos diseñados por el Ejecutivo. Renuncia, así, a participar en la política tributaria y la asignación de fondos. No se puede aprobar el Presupuesto a libro cerrado, o apenas corregido. Tampoco se puede demorar su sanción. La prórroga del Presupuesto anterior ignora las situaciones y necesidades que se producen de un ejercicio al otro. Por otra parte, con un Ejecutivo que se arrogue facultades ajenas, el Presupuesto viejo puede servir de base para añadir egresos injustificados.

Corrupción.

La ligereza con la que se aprueba el Presupuesto da lugar a gastos ocultos y fondos reservados: agujeros por los cuales escapan dineros públicos que terminan en bolsillos indebidos. Pese a los innegables esfuerzos de la Auditoría General de la Nación, la ulterior rendición de cuentas no permite enmendar la situación. Cifras tardías, y a menudo incompletas, esconden gastos impropios.

Plan . Para construir una verdadera democracia, debemos cumplir, como mínimo, con estos puntos:

1. Poner en marcha el sistema de internas abiertas.
2. Limitar las campañas electorales a 90 días.
3. Establecer una veda de publicidad hasta el inicio de cada campaña.
4. Regular la propaganda política en TV, estableciendo límites por partidos.
5. Prohibir la propaganda oficial, poniendo al partido del gobierno en igualdad de condiciones con los otros partidos.
6. Prohibir la publicidad negativa, evitando así los ataques o descalificaciones de un partido a otro.
7. Asignar a los candidatos espacios gratuitos en TV para que cada uno exponga el “qué” y el “cómo” de sus propuestas.
8. Obligar a que, en tales espacios, cada candidato anticipe cómo garantizará la división de poderes, la debida sanción del Presupuesto y la puntual presentación de la rendición de cuentas.

Para muchos, este será un plan naïve , destinado a la indiferencia o el rechazo de los políticos. Muchos de ellos, sin embargo, se beneficiarían de este perfeccionamiento democrático.

En épocas de vacas gordas, la mala democracia resiste cualquier cosa. Cuando las vacas enflaquecen, la gente pide que se vayan todos.

Lanzado de lleno a su campaña como precandidato presidencial, el senador Ernesto Sanz dio detalles de lo que será la misma al referirse estrictamente a la cuestión educativa, cuestión que considera como “un tema central para discutir en la Argentina”.

“Me parece que la Argentina hoy merece una mirada hacia delante, una construcción de mediano y largo plazo, donde alguien se encargue de hablar de la revolución educativa”, remarcó el senador mendocino, quien destacó que ese será uno de los ejes de su programa, porque “la Argentina está hoy demasiado sometida a las cuestiones del pasado y del presente, pero muy poco se habla y muy poco se ofrece como perspectiva de futuro y sobre todo dejar de lado los problemas y empezar a hablar de las oportunidades que se desaprovechan y que podríamos aprovechar”.

En diálogo con Radio 10, Sanz sostuvo que “nuestro país ha abandonado la lucha por tener una educación pública de calidad. La ha dejado de lado. Y desde hace un tiempo estamos creyendo que la brecha de desigualdad que existe en nuestro país y que es uno de los componentes más duros y difíciles del tejido social, se va a revertir con políticas asistenciales”. 

F

Al anunciar su candidatura presidencial, ayer, en este diario, Ernesto Sanz agregó algunas incógnitas cruciales al paisaje político. La más evidente es él mismo: Sanz. Si bien fue intendente de San Rafael, ocupa una banca en el Senado desde hace siete años, condujo el bloque radical en esa Cámara, integró el Consejo de la Magistratura y desempeña la presidencia del radicalismo desde hace un año, este abogado mendocino de 54 años sigue siendo poco conocido para sectores muy extendidos de la población.

Sanz tiene una llamativa atracción entre quienes lo identifican o lo tratan, pero ese círculo es aún muy estrecho. De los tres aspirantes a la candidatura presidencial de la UCR, es el único que deberá construirse a sí mismo. Todavía no le ha llegado el instante digno de ser arrebatado. Para Julio Cobos, ese momento mágico fue el del empate de los senadores ante la resolución 125. Para Ricardo Alfonsín, la dolida apoteosis de su padre. Si los hados no dicen lo contrario, Sanz requerirá, en cambio, de una ingeniería.

La operación va a ser reveladora del estado actual de la política. Para un público que manifiesta signos de saturación frente a las ofertas electorales conocidas, lo novedoso acaso posea un atractivo insospechado. Si el partido que lo propone carga, además, con un pasado reciente muy controvertido, esa posibilidad podría reforzarse. Sanz cuenta con un récord interesante: es el único postulante a la presidencia cuyo nombre carece de resonancias sobre experiencias políticas anteriores. ¿Es un activo o un pasivo? Es lo que no se sabe todavía.

Otra peculiaridad de Sanz, sobre todo si se lo observa a la luz de la interna radical, es que deberá montar su candidatura sobre su propio eje. Es decir, sobre su propio discurso, sobre su propia propuesta. Julio Cobos obtuvo gran parte de su identidad de Néstor Kirchner. El voto no positivo y los malos tratos que la Casa Rosada le dedicó después de ese voto lo colocaron durante meses en la cumbre de las encuestas. La muerte de Kirchner fue una pérdida para Cobos.
También la personalidad de Ricardo Alfonsín se define a partir de otro. En este caso, de Raúl Alfonsín. Al morir, el ex presidente le devolvió a su apellido una densidad sorpresiva, que Ricardo aprovechó con habilidad, sin perder el decoro. Ese vínculo filial se volvió más ventajoso para enfrentar a Cobos, que regresaba a casa como el hijo pródigo. ¿Qué mejor que un dirigente que se llama Alfonsín, habla como Alfonsín y se viste como Alfonsín, para derrotar en una interna a alguien acusado de apostasía?

Las pretensiones de Sanz vienen a modificar esa dinámica. A diferencia de Cobos, es difícil que los radicales puedan reprocharle defecciones. A diferencia de Alfonsín, es más fácil que se le acerquen votantes recelosos del radicalismo y su foja de servicios. Habrá que ver si Sanz consigue, en estos meses, encarnar la cuadratura del círculo. Es decir, convencer a suficientes seguidores de Alfonsín de que él también garantiza la pureza de sangre, algo que los herederos de Alem valoran más que el poder. Y asegurar a los simpatizantes de Cobos que él también es capaz de tender un puente con el electorado independiente. Si lo logra, habrá demostrado que está en mejores condiciones que Cobos para ganar la interna y en mejores condiciones que Alfonsín para imponerse en la general.
Es posible que el más debilitado con el desembarco de Sanz sea Cobos. Algunos de los dirigentes que, escépticos del encanto de Alfonsín ante los extrapartidarios, se resignaban a esperar su demorado lanzamiento, tienen ahora una opción competitiva más a mano.

Alfonsín, por su lado, deberá dar mayor espesor conceptual a su candidatura. La reminiscencia de su padre, tan eficaz frente a Cobos, tal vez sea menos aconsejable frente a un radical novedoso, pero autóctono, como Sanz. Alfonsín querrá llevar a su contrincante al terreno de la interna, que es su fortaleza. Tal vez quiera aprovechar que Sanz es más conocido en la dirigencia que en el llano para caracterizarlo como "el candidato que el establishment le quiere imponer al partido" (hay muchos radicales que, hartos de ser desalojados del poder por el "establishment", están encantados de que así sea; cinismo puro).

Esta disputa por la demarcación del campo de juego tiene, como es lógico, proyecciones discursivas. Basta leer las declaraciones de Sanz. Otra vez demostró tener talento como comunicador, sobre todo por su contundencia. Por ejemplo, propuso crear una "Conadep de la corrupción" y se presentó como una especie de anti-Moyano. Es posible que Cobos y Alfonsín, pensando lo mismo, no consigan formularlo con la misma convicción. En cambio, en la discusión sobre la política económica, Sanz trató de no apartarse del consenso tradicional de su partido. Defendió un Banco Central "desarrollista", admitió que Aerolíneas Argentinas debe seguir siendo estatal, adhirió a la liquidación de las AFJP y hasta suscribió el programa Fútbol para Todos. Por un momento parecería que Alfonsín, padre e hijo, lo estuvieran controlando.

Estas definiciones son un guiño bastante obvio al radicalismo clásico. También sirven de valencia para un acuerdo con el Socialismo y con el GEN -Sanz tiene un vínculo especial con Rubén Giustiniani y Margarita Stolbizer-. Sin embargo, las manifestaciones del nuevo candidato inauguran interrogantes de mayor alcance y profundidad. Uno de ellos es el de la frontera entre la UCR y la alianza entre Pro y el peronismo federal. El acertijo es cuál será el área de maniobras que los radicales les dejarán a posturas más libre-empresistas, como las de Mauricio Macri. Tal vez Sanz crea que, dado el despliegue territorial de su partido, ese voto le llegará solo, a pesar de su declarado intervencionismo.

De esta pregunta deriva otra, más definitoria para el largo plazo: en qué grado el radicalismo está dispuesto a ofrecer una alternativa al Gobierno que exceda el plano de los modales institucionales y aborde también la organización de la economía. Para ponerlo en otros términos: la vocación de la UCR para discutir una visión de la economía cuya genealogía se remonta al Estado de bienestar fundado en los años 40 sigue estando en discusión.

F

El senador y candidato presidencial Ernesto Sanz, fue elegido como el mejor político del año pasado.



El jurado estuvo integrado por Luis Majul (Periodista) M. Ruiz Guiñazú (Periodista) Paula Bertol (Diputada) J. Morales Solá (Periodista) Ernesto Sanz (Senador) Pino Solanas (Diputado) Sergio Massa (Ex jefe de Gabinete) Rafael Bielsa (Ex canciller) Artemio López (Encuestador) Graciela Römer (Consultora) F. de Narváez (Diputado) Luis D'Elía (Dirigente social) Martín Sabbatella (Diputado) Marcos Aguinis (Escritor) Omar Bello (Publicista) Victoria Donda (Diputada) M. Stolbizer (Diputada) Jorge Lanata (Periodista) Graciela Ocaña (Ex ministra) F. Braga Menéndez (Publicista) Beatriz Sarlo (Escritora) Roberto Pettinato (Conductor) Julio Bárbaro (Ex funcionario) Daniel Sabsay (Constitucionalista) Guillermo Marcó (Sacerdote) Santiago Kovadloff (Filósofo) Alfredo Leuco (Periodista) Daniel Hadad (Empresario).

Más...


Estos son ocho de ellos

Cortes de calles "El Estado tiene que tener una política muy clara que no pasa por la represión. [...] Pero eso sí: hay un principio que es el del respeto por la ley y de las decisiones de los jueces que un gobierno debe garantizar."

Planes sociales "El asistencialismo como herramienta para combatir la desigualdad es una herramienta de corto plazo. Una herramienta del «mientras tanto». Pero la brecha se combate generando oportunidades. La Argentina necesita una revolución educativa."

Superpoderes "Estoy convencido de que los superpoderes se transforman, como todas las desviaciones institucionales, en un elemento distorsivo y negativo que afecta la credibilidad del sistema, la previsibilidad y eso se traduce en pérdida de inversiones."

Reservas del Banco Central "No creo en un Banco Central desligado de la economía real. Creo que debe ser una herramienta para un proyecto económico de desarrollo, aunque por supuesto tampoco creo que el Banco Central sea un prestamista del sector público."

Subsidios al transporte "Las distorsiones no están dadas por los montos, sino por su aplicación. Yo no le tengo miedo al subsidio al transporte en la medida en que eso genere un beneficio al usuario. Pero si la política del subsidio es para que los funcionarios obtengan retornos..."

Poder Judicial "Estoy de acuerdo con la autarquía del Poder Judicial. Estoy de acuerdo con que [la ley de] presupuesto tiene que fijarle una pauta y, dentro de esa pauta, el Poder Judicial tiene que tener la posibilidad de manejar sus propios recursos."

F

De cara a las elecciones generales del 23 de octubre, La Nacion comienza hoy una serie de entrevistas con precandidatos presidenciales, en las que se pronunciarán sobre los temas que más preocupan a los argentinos. El primero en responder es el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), el senador Ernesto Sanz. 


-Voy a ser candidato, voy a competir en la interna del radicalismo.

-¿Lo está oficializando ahora?

-Lo estoy notificando en este momento. Voy a ser candidato y voy a competir en la interna, cualquiera que sea el modo y el momento en que se celebre.

El senador mendocino Ernesto Sanz, presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), despejó finalmente las dudas. Competirá por la presidencia y, para eso, enfrentará primero a sus dos rivales dentro del partido: Julio Cobos y Ricardo Alfonsín.

Sanz quiere, sin embargo, adelantar la batalla. Más allá de las internas abiertas previstas por ley para agosto, quiere que el radicalismo defina a su candidato "en abril o mayo". Así, argumentó, el que resulte vencedor podrá recorrer con algo más de tiempo el país, presentarse en el exterior y recaudar fondos para el escenario que vislumbra o que desea: él contra la presidenta Cristina Kirchner en un hipotético ballottage.

Durante 90 minutos, Sanz anticipó a La Nacion los ejes de su eventual gestión. Entre otros, lanzar una "revolución educativa", fortalecer las instituciones, reducir el nivel de confrontación pública e investigar los "negociados" del kirchnerismo con una suerte de Conadep de la corrupción y repensar la relación de la Nación con las provincias. Llevados a la práctica, esos lineamientos borraron la sonrisa de Sanz. En particular al abordar el desafío que encarna el jefe de la CGT, Hugo Moyano. "Puede intentar paralizar el país, pero hay que ver si se anima si tiene enfrente a un presidente que se le anime. Yo me le animo a Moyano y al que venga", dijo.

Las respuestas depararon algunas sorpresas. Porque Sanz juró que no buscaría los superpoderes, convocaría a todos los ex técnicos del Indec para recuperar el prestigio perdido de la institución y extendería la asignación universal por hijo a todos los chicos del país. También dijo que Aerolíneas Argentinas -a pesar de su déficit diario de $ 8 millones- debe continuar en manos del Estado, y que el Fútbol para Todos, aunque menos propagandístico, continuaría bajo su gestión.

"El kirchnerismo construyó un modelo de poder que lo fue retroalimentando en base a la propia acumulación, que tuvo mucho poder, mucho dinero, mucha discrecionalidad -denunció-. Pero esto generó un monstruo que se devoró a sí mismo, que es el sindicalismo. Hoy es una piedra en el zapato de este gobierno. Lo mismo con los piqueteros y la permisibilidad hipócrita sobre la ocupación de los espacios públicos."

-¿Cuál sería su política ante los cortes de calles y los piqueteros? 

-El Estado tiene que tener una política muy clara que no pasa por la represión. Comparto con este gobierno que la mejor política es la disuasión pacífica. Pero eso sí: hay un principio que es el de respeto por la ley y de las decisiones de los jueces que un gobierno debe garantizar. El ejemplo del parque Indoamericano muestra que cuando desde el Gobierno hay decisión firme y se traslada a las fuerzas de seguridad, y desde ahí a los ocupantes, tenés el 50% del tema resuelto. El otro 50% del tema es persuasión, disuasión, diálogo.

-¿Coincide con que la policía asista desarmada a las manifestaciones? 

-No creo que haya que desarmar a la policía. Lo que creo es que hay que prepararla y profesionalizarla para que sepa para qué sirve tener un arma y que sólo se puede utilizar en situaciones excepcionales, proporcionales a lo que tiene enfrente.

-Hoy se reparten por lo menos $ 15.000 millones al año en planes sociales, ¿Los mantendría, ampliaría o eliminaría? 

-El asistencialismo como herramienta para combatir la desigualdad es una herramienta de corto plazo. Una herramienta del «mientras tanto», que en la Argentina de algunos años que vienen seguirá siendo necesaria. Pero la brecha de desigualdad sólo se combate generando oportunidades. Y, para eso, la Argentina necesita una revolución educativa. Hay que invertir mucho en calidad de la educación pública, en infraestructura social básica.

-La asignación universal por hijo cuesta $ 7000 millones al año y extenderlo a todos los chicos del país por $ 200 cada uno rondaría los $ 25.000 millones anuales. ¿Qué planes tiene sobre eso? 

-Ampliarlo. En una primera etapa y con esta brecha de desigualdad, mientras logramos esa revolución educativa, tenemos que ampliarlo. Yo promuevo políticas universales en serio. Universales significa a todos. Pero lo que no se puede es tenerlas como horizonte permanente, por lo que ese «mientras tanto» lo iremos reduciendo a medida que vayamos incorporando a muchos de ellos en la estructura social.

-Según los analistas privados, la inflación ronda hoy en entre el 25 y 30 por ciento. ¿Cómo la frenaría? 

-La inflación tiene tres componentes. El primero es la emisión monetaria; el segundo -para mí, el más importante-, es que la oferta está perdiendo la batalla con la demanda; y el tercero es la expectativa inflacionaria, que el gran culpable es este gobierno. La intervención del Indec generó expectativas simplemente porque la gente sabe que sus índices son truchos. Si trabajamos estos tres elementos, en un año o año y medio tendríamos una inflación acotada.

-¿Reintegraría al Indec los técnicos que se fueron? 

-¡Absolutamente! Creo que hay una cuestión de reparación no sólo legal, sino de reparación moral. Uno de los problemas de este país es que todas sus instituciones afrontan una discusión sobre su rol: si los DNU son una herramienta para el Ejecutivo o el Legislativo; en el Judicial, si el Consejo de la Magistratura es el que administra los fondos o es la Corte Suprema; en el Banco Central, si es el custodio del valor de la moneda o es el banco de desarrollo que quiere la Presidenta; el Banco Nación si es prestamista de la producción o del Gobierno; la Anses, si está al servicio de los jubilados de ahora y de los que vienen, o es un prestamista mayorista del Gobierno...

-¿Planea estatizar empresas de servicios públicos? 

-Hay que analizar cada caso en particular y en función de cuál es el beneficio último para los usuarios. Ahora, ¿ese servicio lo debe prestar el Estado o lo puede prestar un privado? La verdad es que me es indistinto. Si lo presta el Estado, lo debe prestar bien, eficientemente, y que no dé lugar a negociados. Y si lo presta un privado, el Estado debe estar encima de él las 24 horas para que se cumplan los mismos parámetros.

-¿Qué haría con las retenciones, que permiten recaudar US$ 11.500 millones? ¿Las eliminaría o modificaría? 

-Creo que hay que ir a un esquema de disminución progresiva. Pero ningún gobernante podría, de ninguna manera, eliminar las retenciones porque se han transformado en una fuente imprescindible de financiamiento del sector público.

-En el transporte público queda por resolver el dilema entre la actualización de las tarifas y los subsidios, que rondan los $ 63.000 millones al año, y las distorsiones que generan... 

[Interrumpe] -Las distorsiones no están dadas por los montos, sino por la aplicación. No lo tengo miedo al subsidio al transporte en la medida que eso genere un beneficio al usuario. Para eso debemos aplicar una política de subsidios con contraprestaciones del otro lado. Pero si la política del subsidio es para que los funcionarios obtengan retornos o para que se enriquezcan los prestadores de esos servicios mientras la gente viaja como ganado, ése no es el país que yo quiero.

-¿Y Aerolíneas Argentinas? Pierde $ 8 millones por día. ¿Debe seguir siendo del Estado? 

-Yo, hoy, no la privatizaría. Se ha recorrido un camino en el que es mucho más costoso desandarlo que tratar de hacerla eficiente para que no genere la pérdida que está generando. Y si vamos a ponerle subsidios, que Aerolíneas se haga cargo de aquellos lugares que otras líneas aéreas no podrían competir, trataría de generar competencia para beneficio final del usuario, pero pensando en su rol social.

-¿Apelaría a las reservas del Banco Central? El Gobierno prevé utilizar US$ 7500 millones este año. 

[Tajante] -Absolutamente sí. No creo en un Banco Central desligado de la economía real, en un Banco Central que sea una isla. Creo que el Banco Central es una herramienta para un proyecto económico de desarrollo, aunque por supuesto tampoco creo que el Banco Central sea un prestamista del sector público. Debe ser un banco que apunte a direccionar el crédito de los bancos a la producción, a fomentar financiamiento que el sector productivo hoy no tiene.

-¿Dejaría que el Fondo Monetario auditara las cuentas públicas? 

-Sí, [que audite] el que quiera. No tengo prejuicios. El Fondo Monetario fue muy perverso para la Argentina en un momento en el cual tuvimos gobiernos débiles que no pudieron marcarle la cancha al Fondo.

-También sobre el frente externo del país, ¿cómo sería su relación con Estados Unidos? 

-Adscribo a la multipolaridad y a la vinculación entre bloques. Lo primero que debe hacer la Argentina es definir qué haremos con el Mercosur. Con Brasil tenemos que fortalecer el bloque para después, junto con Chile, vincularnos con Estados Unidos y con la Unión Europea, a la que le apunto mucho. Si tengo que apuntar a un eje, yo apunto a la relación Mercosur-Unión Europea porque nos aportará fortalezas y defensas frente a lo que avizoro como una guerra entre Estados Unidos, China e India.

-En esas prioridades, ¿dónde ubica a la Venezuela de Hugo Chávez? 

-La relación con Venezuela tiene hoy tres componentes: amiguismo, ideologismo y negociados. Ninguno de los tres puede ser pauta para que un país serio se vincule con el mundo.

-¿Pediría los superpoderes? 

-No, porque estoy convencido de que los superpoderes se transforman, como todas las desviaciones institucionales, en un elemento distorsivo y negativo que afecta la credibilidad del sistema, la previsibilidad y eso se traduce en pérdida de inversiones, fuga de capitales, incertidumbres. Me gusta un país con reglas claras. Hay que gobernar con ejemplaridad.

-¿El número de ministros en la Corte Suprema es el correcto?
-Cinco está bien, yo voté esa ley. El tema de la Corte no tiene que ver con el número, tiene que ver con la aptitud de sus componentes. Si me pregunta por una personalidad argentina con la que me siento totalmente identificado estos últimos años ése es Ricardo Lorenzetti.
-¿Qué piensa del reclamo de la Corte para tener su propio presupuesto? 

-Estoy de acuerdo con la autarquía del Poder Judicial. Estoy de acuerdo con que el presupuesto tiene que fijarle una pauta y, dentro de esa pauta el Poder Judicial, tiene que tener la posibilidad de manejar sus propios recursos.

-¿Bregaría por una reforma del Consejo de la Magistratura? 

-Sí. Lo central es quitar el derecho de veto a cualquier estamento. No puede haber derecho a veto. Tenemos que volver a un equilibrio. La segunda reforma sería que el Consejo se aboque sólo a la selección y destitución.

-¿Cómo afrontará la corrupción del gobierno de los Kirchner? ¿Promovería una comisión investigadora? 

-Si, absolutamente. Estoy convencido de que en estos años ha habido mucha corrupción. Y creo que es necesario investigar.

-No se lo dejaría a la Justicia? 

-Se lo dejaría a la Justicia, pero con un apoyo desde afuera.

-¿Cómo? 

-Una suerte de "Conadep de la corrupción".

-¿Una "Conadep" o potenciando la Oficina Anticorrupción? 

-Puede ser la Oficina Anticorrupción, pero dándosela a la gente absolutamente independiente de mi gobierno. Así como los organismos de control deben tener independencia de oficialismo y oposición?
-¿Mantendría el sistema actual de jubilaciones o alentaría la vuelta de las AFJP?
-No, no, de ninguna manera. Fui un opositor a la privatización de los ?90. Creo en el sistema de reparto. La obligación del Estado es un sistema de reparto. Lo que sí, trabajaría en la economía informal para lograr una ecuación diferente de activos sobre pasivos, que está en el 2 a 1, para transformarlo a 4 a 1.
-¿Reformaría la ley de medios? 

-Sí. Adecuaría la desinversión en aquellas áreas donde puede haber distorsiones monopólicas. Estoy de acuerdo en la democratización absoluta de los medios de información.

-¿Habla de los operadores de cable? 

-Hablo de impedir que cualquier protagonista tenga el dominio del mercado. Soy defensor a ultranza de la competencia de los mercados.

-Entonces, usted prohibiría la fusión entre CableVisión y Multicanal? 

-Hay que revisar eso, pero a mí no me gusta la idea de que alguien pueda manejar el 80 o el 90 por ciento del cable.

-En la misma línea, entonces, con Telefónica controlando Telecom? 

-Exactamente, eso me parece una alta concentración. No creo en los monopolios.

-¿Y el Fútbol para Todos? 

-Sí, lo mantendría. Es una de las cosas que ya no podés volver atrás y, además, no me parece que sea un motivo de discusión central el acceso a los partidos de fútbol. El problema es si el Estado está en condiciones de gastar 900 millones de pesos.

F

El senador y precandidato presidencial del radicalismo Ernesto Sanz, consideró ayer que la significativa ventaja que las encuestas dan a favor de la eventual reelección de Cristina Fernández “es una foto, no es una película” y estimó que tiene que ver “con muchos factores, inclusive emocionales, que se arrastran desde la muerte de Néstor Kirchner”.

Sanz calculó que “en la medida en que los partidos de oposición tengan lo antes posible definidas sus candidaturas, sus programas, su estrategia electoral”, va a “ser bueno para todo el sistema político” que se generen debates “muy importantes” en un año que no estará signado “por factores externos como la crisis”, dijo.

La diputada y líder del GEN, Margarita Stolbizer, elogió hoy al flamante precandidato a Presidente por la UCR y habló de la necesidad de apurar el acuerdo con ese partido con vistas a las elecciones provinciales.

Stolbizer aseguró que el GEN está muy cerca de cerrar ese compromiso con el radicalismo aunque señaló que dependerá de lo que los afiliados de la UCR decidan.

"Nosotros estamos cerca del acuerdo con el radicalismo lo hacemos depender no de candidaturas sino de la definicion de un programa de gobierno que nos exprese a todos y de reglas de juego para entender un proyecto nacional", sostuvo la diputada en declaraciones a Radio 10.


 

Copyright 2006| Blogger Templates by GeckoandFly modified and converted to Blogger Beta by Blogcrowds.
No part of the content or the blog may be reproduced without prior written permission.