Convencer a los argentinos de que quien gana las elecciones puede gobernar es materia mucho más complicada de lo que podría parecer en cualquier otro lugar del mundo. En Argentina la mayoría cree que, a la hora de la verdad, solo puede mantenerse en el poder quien cuente con el apoyo del peronismo y de la central sindical CGT. La creencia tiene base: los últimos presidentes no peronistas encabezaron gobiernos débiles, sufrieron un acoso brutal en la calle y no lograron terminar su mandato.
Cristina Kirchner abre la puerta para presentarse a la reelección en octubre
La oposición argentina, sin candidato único aún para las presidenciales

Ese es el principal inconveniente con que arrancará este año el candidato de la Unión Cívica Radical (UCR), uno de los partidos más antiguos del país, pero que solo ha conseguido gobernar durante 27 años a lo largo de toda su historia. La UCR deberá forzar una segunda vuelta, seguramente contra la peronista Cristina Fernández de Kirchner, y persuadir a los electores de que su voto no solo es libre sino que es útil, porque será respetado.

Por el momento dos personas se disputan esa candidatura radical, Ricardo Alfonsín y Ernesto Sanz. Quizás sus programas políticos no sean muy distintos, pero sus enfoques y su imagen sí lo son. A los seguidores de Sanz les gusta hacer comparaciones, salvando todas las distancias, con Hillary Clinton y Obama. Él, por supuesto, se identificaría con Obama, luchando contra un apellido ilustre.

Para hacer frente al grave inconveniente señalado (aunque ganes, no gobiernas si el peronismo no lo quiere) los dos candidatos parecen tener estrategias diferentes. Ambos afirman que la sociedad argentina ha cambiado mucho con respecto a la de 2000, pero la imagen de Alfonsín se basa más en la idea de que un sector del peronismo no le odia tanto como para boicotearle, mientras que Sanz advierte a los ciudadanos que caer en semejante chantaje es indigno y antidemocrático. Nadie, absolutamente nadie, ni los peronistas ni los gordos (máximos dirigentes de la CGT) le impedirá gobernar si gana las elecciones, aseguró en la presentación de su campaña interna, en un gran teatro de Buenos Aires.

Para Sanz, un senador mendocino de 55 años, casado, con dos hijos, las elecciones internas son básicas. Solo aprovechando muy bien estas semanas (los radicales elegirán candidato a mediados de abril) puede lograr la notoriedad a nivel nacional que necesita como posible candidato presidencial. Consciente de su bajo perfil actual, se presentó en el teatro donde arrancó su primer acto electoral afirmando bien alto: "Hola, me llamo Ernesto Sanz y quiero ser presidente".

Primarias disputadas

En términos generales, una buena pelea interna, unas primarias disputadas, debería ser interesante para la UCR, si se utiliza como una oportunidad para atraer la atención de los medios y de los futuros votantes (las presidenciales son en octubre). Incluso Alfonsín debería estar interesado, porque en el enfrentamiento con Sanz podría limar algunas de las acusaciones de levedad o falta de peso que le persiguen desde hace tiempo. En cualquier caso, ha sido Sanz el que abrió la campaña interna y quien tiene prisa por debatir en público con Ricardo Alfonsín.

En su arranque electoral, el senador (que fue presidente de su partido y que tiene una gran experiencia política a la espalda) acentuó los rasgos de carácter, quizás perseguido por el fantasma de la presunta debilidad radical. Advirtió que no pedirá el voto para el radicalismo sino para un proyecto de país, una idea que defiende también el exministro Rodolfo Terragno, presente entre el público. "Basta de imaginar el futuro mientras otros gobiernan el presente", reclamó a sus seguidores.

Sanz se pronunció contra quienes miran al pasado. "Recordar y respetar a los muertos (sean Yrigoyen, Raúl Alfonsín o Néstor Kirchner) es de personas decentes, pero pedirles que nos indiquen el camino del futuro es pedirles demasiado", ironizó. "Este ha sido un Gobierno con cosas buenas y malas, pero ya no da para más", prosiguió. "Es el momento de que, con serenidad y firmeza, el pueblo argentino le diga a la presidenta, "Muchas gracias... y adiós".

Las palabras mas duras estuvieron referidas no tanto a la propia presidenta como al entorno peronista y sindical al que acusó de utilizar el miedo. "Quien siembra miedo, no quiere el progreso, quiere el poder", advirtió. "El kirchnerismo, obsesionado con mandar, se olvidó de gobernar". Sanz prometió bajar la inflación a un dígito (ahora ronda el 25% según consultoras privadas) y respetar los avances sociales.

"No soy un soñador, sino un político con experiencia", recalcó, "un político que ve que su país tiene una oportunidad y que la puede perder por mezquindad de sus gobernantes". Sanz reclamó seguridad contra el delito y el crimen organizado (a cuyos jefes prometió encarcelar) y criticó duramente a los sindicatos, "a quienes dicen que solo aceptan los resultados electorales cuando se traduce en un gobierno que les gusta". "A quienes se dicen representantes de los trabajadores y que en realidad se aprovechan del trabajo de los otros y se creen los dueños del país. Esto es un insulto a los argentinos y, además, ha dejado de ser verdad, porque hoy tenemos un Estado más sólido", terminó. Las primarias radicales no han hecho más que comenzar.

F

Para la politóloga Liliana De Riz, su acto de lanzamiento de la campaña en la internas de la UCR mostró un político sólido, con certero diagnóstico de la realidad y aptitudes para motorizar las reformas que el próximo gobierno deberá encarar.

PorLiliana De Riz. POLITOLOGA (UBA, CONICET)


Asistí al acto de lanzamiento de la campaña de Ernesto Sanz para las elecciones internas del radicalismo con la esperanza de que no fuera un acto más de una interna partidaria colorida de rojo y blanco, colmado de cabezas blancas. Y no lo fue. Ernesto Sanz se plantó ante el micrófono y con tono sereno y severo a la vez, supo cautivar al público al presentar sus ideas con la energía y la claridad que sólo tienen los liderazgos de cambio . Tuve la impresión de que puede convencer a vastos sectores de la sociedad de que sabe cuál es el rumbo y cómo llegar a buen puerto y podría despertar a la sociedad para la búsqueda de días mejores.


“Con los muertos no se gobierna a la Argentina …” sentenció Sanz, casi tres décadas después de que Raúl Alfonsín hiciera resonar esas palabras en la Plaza de la República. Este hombre sencillo y elegante en sus modales se subió a la palestra para presentarse ante la sociedad, no sólo ante su partido, reivindicando su condición de dirigente partidario y proclamando su ambición de obtener el voto de los hombres y mujeres que como él, entienden que este gobierno “ya no da para más”.

Sanz trasmitió el honor que para él significa ser dirigente de la UCR y recuperó el valor de contar con una organización partidaria porque los partidos son el instrumento para forjar en democracia las grandes transformaciones de la sociedad que están destinadas a perdurar en el tiempo. Como lo hizo la UCR al instituir una democracia con el voto secreto y obligatorio y el peronismo al instaurar una democracia social.

Sanz hizo un balance de la democracia recuperada y una aguda y fundamentada crítica de la gestión del actual gobierno que le sirvieron de preámbulo para presentar sus propuestas.

No dudó en llamar a las cosas por su nombre.

Habló para que todos lo entendieran y todos los asistentes se sintieron interpretados en los argumentos que fue hilvanando con rigor.

Me impresionó tanto el contenido como el estilo de su discurso.

Despertar entusiasmo es algo difícil de lograr en esta sociedad acostumbrada a avizorar el desencanto que siempre sucedió a las grandes ilusiones. Sanz lo logró con su certero diagnóstico de la política actual, con sus propuestas concretas para los problemas que pesan sobre los argentinos y amenazan nuestro futuro, convencido de que “para construir el futuro hay que estar dispuesto a gobernar el presente” y actuar al servicio de los intereses colectivos.

No fue un acto nostálgico .

Había muchos jóvenes y energía en esa sala repleta . Y había esperanza, porque Sanz supo convencer de que es capaz de emprender las reformas que el país necesita para encontrar un lugar en el nuevo orden mundial que está emergiendo, lograr el desarrollo sostenido que no es sinónimo de crecimiento de la economía y reparar el tejido social dañado por la brutal desigualdad.

El tiene “apetito de progreso” , una cualidad escasa en esta sociedad resignada a las teorías del mal menor ante el paraíso perdido allá lejos y hace tiempo.

Dijo mucho con pocas y precisas palabras, con firmeza y convicción y tuve la impresión de que la reafirmación de su liderazgo viene de su comprensión de la dinámica del sistema político argentino y de una visión comparativa que pocos dirigentes tienen . Esos atributos le han facilitado crearse una posición de liderazgo en su partido y en el Congreso.

La sociedad tiene una oportunidad en las internas abiertas del radicalismo de elegir a un candidato que tiene propuestas que definen un nuevo rumbo y un nuevo modo de gobernar , basado en el diálogo y la búsqueda de consensos, el respeto a la división de poderes, el cumplimiento de la ley, la transparencia en la gestión pública y la búsqueda del progreso social.

El arte de la política es un proceso de persuasión que exige escuchar con ecuanimidad las opiniones divergentes y buscar soluciones imaginativas que permitan anudar consensos.

Los liderazgos democráticos e innovadores señalan caminos y dan ejemplos.

El es una prueba de que el radicalismo ha sobrevivido a su anunciada desaparición y se está reconstruyendo para bien de la democracia argentina. No debiera de ser una oportunidad perdida.

Yo tengo esperanza de que llegue y de que alcance … Por eso escribo estas líneas, porque Sanz se las merece y los argentinos también.

F

Según lapoliticaonline.com

Sanz se lanzó como candidato con palos a Alfonsín: “No pido el voto de la nostalgia”

El senador radical presentó su candidatura a presidente con un acto en el Gran Rex, donde además de fustigar al Gobierno no evitó dardos a su rival en la interna del 30 de abril, a quien acusó de utilizar su apellido como insignia. “Simplemente me llamo Sanz y no me aliento del pasado”, disparó.


Ernesto Sanz pisó el escenario del Gran Rex se acercó al estrado, pidió silencio a los bombos que clamaban por su llegada y se presentó: Buenas tardes, me llamo Ernesto Sanz y quiero ser presidente de la República Argentina", detalló, ironizando sobre su escaso nivel de conocimiento, debilidad que no logra superar.

Didáctico y monocorde, durante más de una hora el titular de la UCR en licencia trató de explicar porqué su partido puede volver a Gobernar si él es el candidato. También apuntó a los independientes con prolongadas críticas a cada área del Gobierno de Cristina Kirchner.

Desde los palcos, la militancia se enfocó en la interna. "No voy con Cobos ni Alfonsín, voy con Ernesto que se anima a debatir", clamaban.

Sanz recogió el guante y, como nunca, apuntó a Alfonsín. "Soy Ernesto Sanz y tengo un pasado, como todos, pero no me alimento del pasado ni aspiro a repetirlo, toda mi fuerza está en el futuro y no voy a permitir que mi pasado me hipotequé porque tengo en claro que las respuestas que la Argentina necesita hoy no las va a encontrar en lo que otros hicieron ayer", señaló.

Citó a varios dirigentes del pasado, entre ellos al padre de su rival, para definirse como comienzo de una nueva etapa. "Yrigoyen, Alvear ya no están, Raúl Alfonsín ya no está con nosotros, Néstor Kirchner se ha ido, recordarlos y respetarlos es de personas decentes, pero pedirles además que nos señalen el camino del futuro creo que es pedirles demasiado", explicó.

En las gradas del Gran Rex había radicales provenientes de provincias como Mendoza, Buenos Aires, Tucumán y banderas de la "Juventud Radical" y de "Franja Morada".

La primera fila mezcló a ex referentes del partido y de la Alianza con dipuados actuales.Estaban Rodolfo Terragno, Federico Storani, Florentina Gómez Miranda, Facundo Suárez Lastra, Jesús Rodríguez, Juan Pablo Baylac, Cristian Colombo, y los diputados Silvana Giúdici, Rubén Lanceta y Ricardo Buryaile,.

Mirándolos de frente, Sanz buscó sepultar los temores del pasado radical, del que destacó, por sobre todo, su perdurabilidad. "Nos sentimos fuertes otra vez. Hoy volvemos a estar en condiciones de liderar una alternativa de gobierno", tras la experiencia del gobierno de la Alianza que gobernó el país de 1999 hasta el 2001.

Pero abrió las puertas a alianzas con otros partidos. "Es cierto que sin el radicalismo no arrancamos pero también es cierto que solo con el radicalismo no llegamos. Nadie tiene a su nombre un título de propiedad del radicalismo, ninguno de nuestros líderes pretendió tenerlo".
Después se dedicó a Cristina. Dijo que el gobierno "hizo cosas buenas y malas", pero "ya no da para más". Que “hay que hacer que la Argentina vuelva a ser una gran empresa colectiva. Yo quiero hacerlo. Ellos, los que mandan, ni lo han hecho ni lo harán".

"Nos frenan el miedo y la inseguridad. El miedo es el mayor enemigo del progreso y eso es lo que pasa hoy en la Argentina".
"Yo no puedo prometer la felicidad a todas las personas, ni garantizar que todos tengan éxito en la vida: sí voy a empeñarme en conseguir que todos tengan las mismas posibilidades", enfatizó.

Sanz dijo que también "frenan" al país las peleas absurdas y las divisiones. "Cuando yo sea presidente, seremos libres ciudadanos, todos iguales ante la ley. Yo tengo ambición de país, a ellos les queda ambición de poder".

El precandidato radical hizo también un punto de inflexión en la inflación y se comprometió a tener un índice anual de un dígito en caso de llegar al poder. "Es un compromiso formal", indicó. Dedicó un párrafo al Indec. “Es un papelón internacional".

F

Según Clarín

Sanz: "“Yo tengo ambición de país, a ellos sólo les queda ambición de poder”

En su discurso apuntó directamente al kirchnerismo y al líder de la CGT, Hugo Moyano. Estuvo rodeado de la Juventud Radical y su familia.
A las 20.13 el ex senador por Mendoza y precandidato a la presidencia por el radicalismo, Ernesto Sanz levantó la mano y saludó a un teatro Gran Rex repleto de jóvenes radicales y dirigentes de todas las épocas, incluida la histórica Florentina Gómez Miranda. "Buenas noches, soy Ernesto Sanz y quiero ser Presidente".
Sanz tuvo un discurso duro. Una hora exacta le alcanzó al ex intendente de la localidad mendocina de San Rafael para criticar al Gobierno, el sindicalismo, enumerar sus proyectos primordiales en caso de ganar las elecciones en octubre y hacer un racconto de la historia del radicalismo.
Sanz hizo un mensaje a medida para su situación de candidato recién instalado: buscó consenso, marcó diferencias con otros radicales y llamó a los presentes a conquistar el voto independiente: "voy a pedir el voto para un proyecto de país para todos, incluidos muchos que apoyaron al gobierno de los Kirchner pensando que era lo mejor, con el radicalismo solamente no llegamos", se sinceró.
A su lado, su mujer y dos hijos escucharon atentamente todo el discurso y se abrazaron al final para despedirse levantando las manos y saludando con la marcha radical de fondo. Acto seguido, llegaron los dardos para su competidor, Ricardo Alfonsín: "Prefiero que ustedes mismos establezcan la diferencia con Alfonsin, yo sólo me llamo Sanz". Y continuó: "No podemos pedirles a los que ya no están que nos señalen el camino, yo no voy a pedir el voto de la nostalgia, voy a pedir el voto de la esperanza".
El kirchnerismo y el líder de la CGT, Hugo Moyano, sus dos blancos más recurrentes a lo largo de la hora de discurso: "Yo tengo ambición de país, a ellos sólo les queda ambición de poder" disparó el mendocino, quien busca un debate cara a cara con Ricardo Alfonsín previo a la interna que se llevará a cabo el 30 de abril y de la que no participará el vicepresidente, Julio Cobos. Y agregó: "llevamos años de crecimiento, pero no ha bajado la pobreza, no ha bajado la brecha entre los más poderosos y los menos poderosos".
Con respecto al líder cegetista, le apuntó directamente: "Muchos piensan que hay algunos poderosos que deciden quiénes pueden gobernar y quién no, sino le hacen la vida imposible hasta derrocarlo, me refiero a quienes dicen representar a los trabajadores, cuando en realidad se aprovechan del trabajo de otro y se creen los dueños del país". Me importan más los derechos de los trabajadores que el poder de las cúpulas sindicales", sostuvo.
Una de las sorpresas fue la presencia de Facundo Suárez Lastra, ex intendente que apoyará las tres candidaturas a presidente que irán por el radicalismo, la de Sanz, la de Ricardo Alfonsín y la de Julio Cobos.

F

Según La Nación:

Sanz lanzó su campaña con duras críticas al Gobierno

Hizo hincapié en la seguridad y la inflación; también se diferenció muy fuerte de Ricardo Alfonsín

"Este gobierno financió su campaña con dinero sucio, protegió a quienes traficaban droga a Europa. Señora Presidenta, su gobierno no tiene autoridad moral para hablar de seguridad." Sin medias tintas y con un fuerte tono crítico a la administración de Cristina Kirchner, el senador y precandidato radical Ernesto Sanz lanzó ayer de manera oficial su campaña para la interna de la UCR del 30 de abril.
El mensaje también fue duro con el sindicalismo peronista, al que calificó como quienes "dicen que representan a los trabajadores, pero sólo quieren mantener sus prebendas". A ellos les advirtió que, en caso de llegar al poder, no podrán limitarlo ni hacerle fracasar su gestión.
"Si Ernesto Sanz es presidente de la República, habrá alguien en la Casa Rosada que no se deja abrumar ni acomplejar por los fantasmas del pasado", sentenció. Fue una clara réplica a Hugo Moyano, que había asegurado que la CGT no estaba dispuesta a reconocer un gobierno que no fuera del agrado de la central obrera. "No están chantajeando al radicalismo, están chantajeando a 40 millones de argentinos", agregó el senador radical.
La dura crítica de Sanz al kirchnerismo tuvo, además, un doble objetivo. No sólo trazó una clara línea divisoria con la política de los últimos ocho años, sino que también lo hizo con su rival en la interna, el diputado nacional Ricardo Alfonsín, que prefiere no usar los cuestionamientos a la Presidenta como eje central de su campaña.
Esto quedó más que claro cuando Sanz afirmó que no iba a "salir a pedir el voto de la nostalgia", sino que buscará "el voto de la esperanza", una clara alusión al hijo del ex presidente, a quien su apellido benefició en su ascenso a la precandidatura.
Sanz habló durante 55 minutos en un teatro Gran Rex repleto de jóvenes. Esta es otra de las apuestas del mendocino: mostrarse como el estandarte de un cambio generacional. Para eso, en un escenario que lo tuvo como único orador, estuvo acompañado por una treintena de militantes de la Juventud Radical repartidos en sendas tribunas laterales ubicadas a los laterales del atril desde el que dirigió su discurso.
Los dirigentes radicales tradicionales tuvieron su lugar reservado en las primeras filas de butacas. Por allí anduvieron Florentina Gómez Miranda, a quien Sanz saludó de manera particular antes de subir al escenario; Rodolfo Terragno; Federico Storani; Facundo Suárez Lastra; Horacio Jaunarena; Cristina Guevara; Silvana Giudici; el senador Arturo Vera, y el ex gobernador de Chubut Carlos Maestro.
En varios tramos de su alocución Sanz habló como si ya tuviera asegurada la presidencia, trazando futuros ejes de gobierno sobre relaciones exteriores, educación y política en materia de reivindicación de los derechos de la mujer (dijo que piensa aplicar "mano dura" agravando penas contra la violencia doméstica).
También se animó a avanzar en materia económica, como cuando prometió bajar la inflación a un dígito.
Ese fue otro de los ejes del discurso con el que Sanz se lanzó anoche a la arena de la interna partidaria. "El Gobierno quiere hacer como que el problema de la inflación no existe", fustigó. "Sólo por esto estaría justificado sustituir a este gobierno", agregó, ante el aplauso de sus seguidores.
El precandidato radical estimó "en un 25%" el aumento del costo de vida, tras lo cual aseguró que "lo que gana el Gobierno mintiendo lo pierde el país, porque nadie quiere traer dinero a un lugar donde no se sabe realmente cuánto vale".

Combatir el delito

Consciente de que la inseguridad es una de las principales preocupaciones de la sociedad, Sanz intentó mostrarse inflexible en esta área.
"Voy a atacar el delito como negocio, voy a perseguir a los que lo organizan y dirigen. Voy a ir a buscarlos hasta ponerlos entre rejas", sentenció.
En ese sentido, agregó que su intención será "romper la complicidad entre jueces, policías y el aparato del Estado con medidas preventivas" en materia delictiva, tras lo cual volvió a la carga contra la Casa Rosada: "Este gobierno no quiere saber nada de controles ni de condenas", denunció.
Envalentonado, el senador mendocino mostró su optimismo en que en octubre la sociedad votará por un cambio de administración. "Ha llegado el momento de que el pueblo argentino, con toda serenidad pero con firmeza, diga en la urnas «gracias y adiós, señora Kirchner»", señaló.
"Por eso, el 30 de abril, más que elegir al candidato del radicalismo, vamos a estar eligiendo al futuro presidente de los argentinos", concluyó.

EJES DEL DISCURSO

"Este gobierno, que ha hecho cosas buenas y malas, ya no da para más"
"No voy a salir a pedir el voto de la nostalgia, sino que voy a salir a pedir el voto de la esperanza"
"Los sindicalistas dicen que si ganamos, no nos van a dejar gobernar. No están chantajeando al radicalismo, sino a 40 millones de argentinos "

F

Según El Argentino:

Sanz lanzó su candidatura con críticas al gobierno y a su rival Ricardo Alfonsín

El senador ironizó sobre su condición de “desconocido” en la política. “No me alimento del pasado”, dijo en alusión a su principal adversario.


El senador radical Ernesto Sanz, quien disputará la preinterna partidaria del 30 de abril con el diputado Ricardo Alfonsín, lanzó ayer su candidatura en el teatro Gran Rex y subrayó que “combatir la inseguridad y llevar la inflación a un dígito” serán los ejes de su propuesta.

Rodeado de jóvenes –como ya habían ensayado Alfonsín y Eduardo Duhalde en sus respectivos actos de lanzamiento– y con el amparo que le daban dos acrílicos transparentes que funcionaban como teleprompter, el candidato inició su discurso burlándose de aquellos que dicen que es un desconocido: “Se repite tanto que no soy conocido que tal vez tenga que presentarme diciendo ‘Buenas tardes. Soy Ernesto Sanz y quiero ser presidente’”. En las bandejas del teatro los militantes cantaban “Se siente, se siente, Sanz presidente”.

El primer tramo del discurso se lo dedicó al partido. “La UCR ha defendido las libertades y la convivencia pacífica entre todos los argentinos. Es de todos, nadie tiene un título de propiedad”. Sin embargo, destacó la necesidad de contar con el apoyo de muchos independientes para ganar las elecciones.“Yo no voy a pedir el voto para el radicalismo –confesó–, voy a pedir el voto incluso a los kirchneristas, para construir una nueva mayoría porque con el radicalismo solamente no llegamos”. Después, aseguró que para ser presidente deberá “ganar la carrera” el 30 de abril: “Si ganamos la interna, vamos a ganar apoyos por todo el país.” Al definir sus diferencias con Alfonsín, el senador hizo una dura referencia a la condición de “hijo de” del otro candidato: “Yo sólo me llamo Sanz, no me alimento del pasado.” En sintonía, llamó a los argentinos a mirar hacia el futuro. “Néstor Kirchner se ha ido. Es bueno recordar y respetar a los que se han ido, pero pedirles que nos señalen el camino del futuro sería pedirles mucho”, dijo.

F
 

Según La Razón

Se lanzó Sanz: “Cristina, gracias y adiós”

El precandidato de la UCR cuestionó a la actual mandataria, se diferenció de su rival Ricardo Alfonsín y le dejó un mensaje a los sindicalistas: "Siempre estaré del lado del derecho de los trabajadores y no de la burocracia sindical”.

“Que se repite tanto que no soy conocido... quizás debería empezar diciendo simplemente: ‘buenas tardes, me llamo Ernesto Sanz y quiero ser presidente de la República Argentina”. Así arrancó anoche en el escenario del Gran Rex, el discurso de Ernesto Sanz en el acto de lanzamiento de su candidatura a presidente por la UCR.

El senador fue critico con la gestión de la presidenta Cristina Kirchner y advirtió: “Es hora de decirle a Cristina gracias y adiós”. También tuvo palabras para los sindicalistas que “siempre estaré del lado del derecho de los trabajadores y no de la burocracia sindical”.

A menos de dos meses de las preinternas radicales, Sanz apuntó también contra su rival interno, Ricardo Alfonsín. Sin nombrarlo, advirtió que él no saldrá a pedir “el voto de la nostalgia” sino que “voy a salir a pedir el voto de la esperanza”. E indicó: “Tengo un pasado, como todos, pero no me alimento del pasado ni aspiro a repetirlo, toda mi fuerza está en el futuro”.

F

Según Página 12

"Me llamo Ernesto Sanz y quiero ser Presidente"

El precandidato radical, que deberá competir primero con Ricardo Alfonsín en la preinterna de la UCR del 30 de abril y, en caso de ganar, en las internas abiertas de agosto, lanzó su campaña reconociendo que el radicalismo, desde su fundación "solo gobernó uno de cada cuatro días". Afirmó que no quería "repetir el pasado", y que si llegara a la Casa Rosada no se dejará "abrumar por los fantasmas del pasado" y cumplirá "hasta el último día" su mandato.

Sanz se diferenció de su competidor, Ricardo Alfonsín, al advertir que él no saldrá a pedir "el voto de la nostalgia" sino "el voto de la esperanza". "Soy Ernesto Sanz y tengo un pasado, como todos, pero no me alimento del pasado ni aspiro a repetirlo. Toda mi fuerza está en el futuro y no voy a permitir que mi pasado me hipoteque porque tengo claro que las respuestas que la Argentina necesita hoy no las va a encontrar en lo que otros hicieron ayer", agregó.

Desde el Gran Rex, recordó a Hipólito Yrigoyen, a Raúl Alfonsin y a Néstor Kirchner, pero advirtió que "ya no están", y que no había que refugiarse en ellos para buscar las respuestas que necesita la Argentina de hoy. Aclaró que no buscaba una derrota digna sino "una victoria histórica", y repitió que quería ganar. Más adelante afirmó que "este gobierno no da para más" y que había llegado la hora de decirle "gracias, y adiós señora Kirchner".

El precandidato radical, que cuenta con el apoyo de la desaparecida Coordinadora Nacional, la corriente interna que creció al amparo del gobierno del ex presidente Alfonsín, aseguró también que el principal problema de la Argentina era la seguridad y que él estaba allí "para hacerse cargo", y prometió perseguir a los delincuentes.

También dedicó un párrafo al sindicalismo, a quien denunció de que "se aprovechan del trabajo de otros y se creen los dueños del país", aunque aclaró que "siempre estaré del lado del derecho de los trabajadores y no de la burocracia sindical".

Entre los cánticos que se destacaron en el Gran Rex prevaleció "no voy con Cobos ni Alfonsín, voy con Ernesto que se anima a debatir". Sanz reconoció las inquietudes que genera en la población la capacidad del radicalismo para gobernar pero advirtió que admitir "que hay alguien con derecho a veto sobre el resultado de las urnas es un atentado intolerable a la democracia. Aquí no habrá nadie que desestabilice a un gobierno democrático desde la calle"", sentenció.

Entre los presentes se encontraban los ex jefes de Gabinete de Fernando de la Rúa, Rodolfo Terragno y Cristian Colombo; Federico Storani, Facundo Suárez Lastra y Silvana Giúdici; Jesús Rodríguez, Eduardo Baylac, Ricardo Buryaile, y la legendaria dirigente Florentina Gómez Miranda.

El precandidato presidencial afirmó que en el radicalismo "nos sentimos fuertes otra vez", y añadió que "hoy volvemos a estar en condiciones de liderar una alternativa de gobierno", tras la frustrada experiencia de la Alianza.

Finalmente, tras cuestionar el manejo de las cifras de la economía por parte del gobierno nacional, el senador mendocino planteó su "compromiso formal" de bajar la inflación a "un dígito" en caso de llegar a la Casa Rosada.

F

Según ambito.com

Sanz lanzó su candidatura, pero advirtió: "Con el radicalismo solo no llegamos"

El senador Ernesto Sanz lanzó formalmente su precandidatura presidencial en el teatro Gran Rex con fuertes críticas al Gobierno y un duro mensaje a Ricardo Alfonsín, a quien vinculo al "pasado" y la "nostalgia".

"Yo no voy a pedir el voto de la nostalgia. Voy a pedir el voto de la esperanza. Si sólo nos conformamos con nuestros recuerdos nos vamos a quedar a mitad de camino", sostuvo Sanz al marcar diferencias con su adversario en la UCR de cara a las internas del próximo 30 de abril.

Al tomar la palabra ante la sala llena, el mendocino remarcó incluso que al igual que otros ex presidentes y líderes argentinos, "Raúl Alfonsín ya no está" y remató: "Yo solo me llamo Sanz, tengo un pasado como todos, pero no me alimento del pasado".

"Raúl Alfonsín ya no está. Néstor Kirchner se ha ido. Recordarlos y respetarlos es una actitud inteligente, pero pedirles que nos señalen el camino del futuro es demasiado", remarcó Sanz y se llevó el aplauso de las más de tres mil personas que colmaron el teatro porteño.

Por otra parte, el presidente radical en licencia dijo que el gobierno de Cristina Kirchner "está terminado" y sostuvo que junto a los radicales está "en condiciones de liderar una alternativa de gobierno que es posible y es viable", aunque advirtió que para ello "es necesario ganar el 30 de abril".

"Si vamos a ganar estas elecciones lo haremos por millones que no son radicales. Tenemos que poner en pie un proyecto capaz de desbordar las fronteras radicales, incluidos ciudadanos de buena fe que votaron a los Kirchner", sostuvo, en una fuerte convocatoria al electorado independiente.

Entre los presentes estuvieron Rodolfo Terragno, Federico Storani, Horacio Jaunarena, Carlos Maestro, Jorge Alvarez, Federico Azcoiti, Florentina Gómez Miranda, Facundo Suárez Lastra, Silvana Giúdici, Jesús Rodríguez, Juan Pablo Baylac, Cristian Colombo, Rubén Lanceta y Ricardo Buryaile, entre otros.

Como ejes de su propuesta electoral, Sanz dijo que se hará "cargo del problema de la inseguridad" y para ello se comprometió a "perseguir hasta el final a los que dirigen el delito" y que aparecen vinculados a "negocios" del Estado.

Además, en una de sus principales críticas al kirchnerismo, prometió llevar las cifras de inflación "a un dígito" e impulsar "una gran reforma educativa. La que ellos no han hecho ni nunca harán".

"Me presento a estas elecciones porque sé que estoy en mejores condiciones para sumar más, para construir una nueva mayoría, para liderar un proyecto de país más que de partido. Porque es cierto que sin el radicalismo, no arrancamos. Pero sólo con el radicalismo, no llegamos", indicó Sanz en su mensaje.

Advirtió también a sus correligionarios que para ganar estas elecciones se necesitará "el apoyo de muchos millones de ciudadanos que ni son radicales ni lo van a ser nunca y ni siquiera se sienten especialmente cerca" de la UCR, pero insistió en que "ganar el 30 es empezar a ganar en octubre".

"Hoy volvemos a estar en condiciones de liderar una alternativa de gobierno que es creíble, que es viable y que es deseable para la mayoría. No sé si el amor a este partido se lleva en la sangre, pero les aseguro que yo lo llevo en el alma y en el corazón, porque soy de este partido hasta los huesos", remarcó en otro mensaje a su rival.

Sobre el actual Gobierno, el senador dijo que "tira la Argentina para atrás", ya que "lo que en su momento se presentó como una renovación de la política, se ha convertido en una sucesión de engaños, manipulaciones y falsificación de datos para tapar los problemas".

"Ha llegado el momento de que el pueblo argentino, con toda serenidad pero con firmeza, le diga en las urnas: 'Gracias y adiós, señora Kirchner", subrayó.

Sobre el escenario, el ex intendente de San Rafaél también apuntó contra sectores del sindicalismo vinculados a la Casa Rosada que advirtieron sobre la supuesta debilidad del radicalismo para gobernar, lo que -aseguró- "ha dejado de ser verdad porque las cosas han cambiado para siempre".

"Algunos piensan que no nos van a dejar gobernar aquellos que se aprovechan del trabajo de los demás y se creen dueños del país. Yo siempre estoy dispuesto a dialogar, pero me importan más los derechos de los trabajadores que los de las cúpulas sindicales", advirtió.

Sobre el final de su mensaje, aludió al derrumbe de último gobierno radical en 2001, se mostró seguro de su capacidad de gestión y sostuvo que en caso de llegar a la Presidencia "ya no va a haber nadie que desestabilice a un gobierno democrático desde la calle".

"Si Ernesto Sanz es Presidente de la República, habrá alguien en la Casa Rosada que no se deja abrumar ni acomplejar por los fantasmas del pasado. Les aseguro que este Presidente radical gobernará todos y cada uno de los días de su mandato hasta que los ciudadanos en las urnas decidan otra cosa", subrayó.

F

El discurso que anoche pronunció Ernesto Sanz estuvo repleto de ideas y conceptos. Fue casi una plataforma de gobierno. Eso no le impidió castigar muy duro a la presidenta Cristina Fernández y a Hugo Moyano a quienes considera sus principales rivales y de diferenciarse claramente de Ricardo Alfonsín su adversario interno.

Sobre la jefa de estado fue respetuoso pero contundente: “Este gobierno ya no da para mas. Ha llegado el momento de que el pueblo argentino, con toda serenidad, pero con firmeza diga en las urnas: gracias y adiós señora Kirchner.

”Pero eso no fue todo. Acusó al kirchnerismo de haber financiado su campaña electoral con dinero sucio y remató : “ su gobierno, señora Presidente no tiene autoridad moral para hablar de seguridad”.

Muchos de los que tienen su corazoncito radical se preguntan como va a hacer ese partido si gana las elecciones para no dejarse atropellar por el sindicalismo. En sus pesadillas ven a Hugo Moyano y se acuerdan de Saúl Ubaldini y los 14 paros nacionales contra Raúl Alfonsín. Sanz viene prometiendo crear una CONADEP de la corrupción que investigue a los funcionarios que se enriquecieron ilícitamente y a los sindicalistas millonarios.

Dice que habrá juicio, castigo y condena para ellos: “Me importan mas los derechos de los trabajadores que los intereses de los dirigentes”. Dijo que será sensible con los más débiles pero será firme en la aplicación de la ley para garantizar un orden democrático. Y volvió a criticar a Cristina donde mas le duele: “este gobierno cumple la ley si le conviene, es indulgente con sus amigos e intolerante con sus enemigos.

”Cada vez que terminaba con una propuesta, como un latiguillo el senador mendocino decía: “Yo lo voy a hacer, ellos ni lo han hecho ni lo harán”. Como en el judo y para convertir una debilidad en fortaleza, el acto, comenzó con el candidato diciendo: “Buenas tardes, soy Ernesto Sanz y quiero ser presidente de la República”.

Levantó la mayor ovación de la noche cuando se refirió a la justicia social y la redistribución de la riqueza. Y lo hizo con datos duros. “Durante el kirchnerismo el gasto público se multiplicó 6 veces. ¿La gente vive 6 veces mejor en Argentina? , se preguntó. Los únicos que multiplicaron por 6 sus ganancias fueron los amigos del poder”.

En todos los gestos, con respeto, sin chicanas pero con palabras filosas, aparecieron las diferencias que Sanz quiere marcar con Ricardo Alfonsín. “Yo solo me llamo Sanz. Tengo un pasado pero no me alimento de él. Yrigoyen, Perón, Alfonsín y Kirchner ya no están. Recordarlos y respetarlos es una actitud inteligente, pero pedirles que nos señalen el camino del futuro es demasiado. Yo no voy a pedir el voto de la nostalgia, sino el de la esperanza.”En el escenario lo acompañaron consejales e intendentes de todo el país menores de 45 años.

El mensaje que se quiso transmitir fue clarito: hay un nuevo radicalismo que sabe gobernar. Ernesto Sanz es abogado y fue docente, tiene 55 años y ya fue presidente de su partido, jefe del bloque de senadores nacionales, miembro del Consejo de la Magistratura e intendente de San Rafael, su lugar en el mundo. El cierre fue vibrante y casi a los gritos, como arengando para construir una Argentina “mas fuerte, mas libre y mas igualitaria. Lo queremos hacer, lo sabemos hacer, lo vamos a hacer”. Al final se abrazó con la Cristina que ama, su esposa y con sus dos hijos.

Hasta ahora el radicalismo tiene dos candidatos distintos. Ricardo Alfonsín más caudillo y gran orador de barricada se propone como un líder y Ernesto Sanz, más cerca del pensamiento que de la emoción, menos carismático pero mas ejecutivo se propone como estadista. Anoche la vida política de Ernesto Sanz pegó un salto cualitativo. Es imposible saber si va a ser presidente de la Nación en octubre o más adelante o nunca. Pero empezó a soñar en grande. Propone una renovación y un cambio para la Argentina. Como Raúl Alfonsín. Sin su apellido, pero con su mística.

F

El precandidato radical a presidente Ernesto Sanz afirmó que "el modelo sindical argentino está empezando a crujir y a mostrar la cara de su final" tras las detenciones de dirigentes acusados de cargos graves ante la Justicia.

"Me gustaría que esto estuviera inscripto como el fin de un modelo sindical prohijado por este gobierno y por otros a través de recursos públicos y de una enorme discrecionalidad, y que además han gozado de una larga impunidad durante muchos años, lo que es ya intolerable", agregó el dirigente opositor.

Sanz apuntó al gobierno nacional al sostener que no veía "señales concretas de querer avanzar en la conformación de un nuevo modelo sindical, democrático y transparente, donde los recursos públicos no estén al servicio de los dirigentes, sino de los trabajadores".

El senador por Mendoza manifestó por las radios La Red y Mitre que "la sociedad argentina hoy está reclamando mucha más contundencia de todos nosotros respecto del modelo sindical" y se pronunció a favor del reconocimiento de la personería gremial a la otra central sindical, la CTA.

El gobierno, dijo, "no puede estar al margen" de los procesos de la Justicia y sostuvo que debe "acompañarla desde una actitud activa, pidiendo resultados y tiempos oportunos".

"Desde el Estado se debe luchar contra la impunidad, que quiere decir no permitir que los fondos públicos vayan a alimentar a este sindicalismo y proveer a la Justicia de todos los datos necesarios para que actúe".

Recordó en sentido que, para el caso de acceder a la Presidencia, promoverá "conformación de una Conadep de la Corrupción, un organismo en condiciones de ayudar a la Justicia con pruebas concretas" sobre presuntas irregularidades.

F

Mas informacion del tema sindicalismo aca.

El precandidato a Presidente por la UCR, Ernesto Sanz, en diálogo con radio La Red, repasó esta mañana los principales temas de la actualidad política y económica del país, la disolución de la Oncca, la detención de José Pedraza, el discurso presidencial del 1º de marzo y la interna del radicalismo entre otros:

La disolución de la Oncca: El problema no es modificar la fachada de la Oncca, sino cambiar el fondo del problema. Ese organismo se creo para controlar las concentraciones y las cuestiones oscuras en la comercialización de granos y carne, pero con este gobierno funciona para repartir plata bajo el titulo de compensaciones o subsidios, pero lo hace de manera discrecional. Si bajo otro nombre y con otro jefe va a hacer lo mismo el problema seguirá estando. La discusión pasa por ver para qué queremos el Estado, si es para repartir plata de manera discrecional a diestra y sinistra estamos mal.

La detención de Pedraza: Es el fin de un modelo sindical prohijado por este gobierno con recursos públicos y que ha gozado de impunidad. No veo al gobierno con voluntad de cambiar eso. Mi objetivo es democratizar el modelo sindical, por ejemplo dándole la personería a la CTA. Quiero un modelo sindical democrático, transparente y al servicio de los trabajadores y no de sus dirigentes.

Sus expectativas por el discurso de la Presidenta en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso: Siempre espero encontrar un discurso que no sea de todo o nada, pero no lo encontré nunca y no lo voy a escuchar este martes tampoco. Lo que no han logrado en materia de pacificar el país no lo van a hacer ahora, para eso está octubre.

La elección interna en el radicalismo: Frente a la incertidumbre que el gobierno genera en relación a las internas de agosto, el radicalismo llamó a sus afiliados y a todos los independientes a votar el 30 de abril.

Esta elección no es una pelea de apellidos, se trata de elegir al candidato que esté en mejores condiciones para competir con el modelo oficial y quien esté en mejores condiciones para gobernar la Argentina. Yo tengo la absoluta convicción de que puedo liderar una alternativa amplia e integradora.

El modelo económico de su futuro gobierno: Mi modelo será un esquena de desarrollo. Que le agregue valor a su economía primaria de producción. Para que ese modelo funcione hay que recuperar la estabilidad, combatiendo la inflación.

Estoy a favor de un tipo de cambio competitivo y estable, que ahora no se está alcanzando por la alta inflación. Mi modelo es el de fomentar la oferta de bienes y servicios, pero asegurando que haya recursos para poder adquirirlos. Hoy no hay igual oferta que demanda porque no hay inversión y hay fuga de divisas.

Acerca de las encuestas que dan a CFK como ganadora segura: La gran y única encuesta valida es la de octubre y tenemos que trabajar en ese sentido. Lo demás es hojarasca.

Buenos Aires, domingo 27 de febrero de 2011.

El precandidato a Presidente por la UCR, Ernesto Sanz, participó esta mañana del programa *Magdalena tempranísimo*, que conduce Magadalena Ruíz Guiñazú por Radio Continental. Allí dejó definiciones sobre muchos temas de su propuesta de gobierno.

Elecciones

"Todos queremos ganar en primera vuelta, pero está abierto un escenario de balotaje, que va a ser muy interesante para el país, porque generará dos efectos: quien gane, ingresa al gobierno con más del 50 por ciento de los votos, un gran respaldo popular y eso será fundamental para tomar decisiones muy profundas que hay que encarar. Yo seré un Presidente de verdaderas políticas de Estado".

Inflación

"Mi primera pelea va a ser desterrar la inflación, al atacar las expectativas inflacionarias para normalizar el INDEC que este gobierno destruyó. En paralelo, voy a reordenar el gasto público y yo voy a revisar los subsidios al transporte y a las empresas energéticas, entre muchas otras cosas".

Corrupción

"Para lograr que la Argentina avance va a ser necesario desterrar la corrupción, para eso voy a propiciar la creación de una Conadep de la corrupción, que ayude a la justicia a juzgar y condenar ese tipo de delitos, que son una asignatura pendiente desde 1983".

Educación

"Quiero que la impronta de mi gobierno sea revalorizar la educación pública, que es sin dudas la herramienta más valioso para combatir la desigualdad. Nuestros chicos no están saliendo de las escuelas bien formados y eso les quita enormes oportunidades. Da lo mismo el que se esfuerza por estudiar y aprender que el que no lo hace y eso es muy malo para todos, porque después se traslada al ámbito del trabajo".

Programas sociales

"El Estado tiene que tener programas sociales, pero desde ese lugar se debe incentivar el esfuerzo y los meritos. Quiero ampliar la asignación por hijo y hacerla realmente universal, de la mano de una ley, que de hecho propicié en el Congreso desde 2005. Además, generaría un artículo de movilidad como el de las jubilaciones, que permita que no se la coma la inflación".

Retenciones

"Sería demagógico decir que voy a eliminar las retenciones desde el primer minuto de mi gobierno, porque hoy representan una herramienta de sostén para el Estado. Pero no se deben mantener toda la vida. La clave está en concentrase en el impuesto a las ganancias, porque el que más tiene mas debe pagar. Vamos a cambiar la cultura de la evasión por la cultura de la responsabilidad en el pago de impuestos. Eso sí, las retenciones deben ser segmentadas entre pequeños, medianos y grandes productores".

Sindicalismo

"Se está agotando un modelo sindical perverso. Yo voy a estar del lado de los derechos de los trabajadores, pero voy a ser inflexible con aquellos sindicalistas que sólo defienden su bolsillo. Hay muchos buenos sindicalistas que tendrán mi apoyo, pero conmigo se acabaron aquellos que privilegian su bienestar individual antes que el colectivo".

Inseguridad

"Voy a hacerme cargo del problema. Este gobierno no se hizo cargo nunca. Intentó una respuesta al crear un ninisterio, pero hasta ahora sólo resultó una fachada. En mi gobierno, voy a coordinar el combate del delito en todo el país. Para eso, voy a poner a todos los Servicios de Inteligencia para la prevención, como lo hizo España al detener un avión que provenía de la Argentina con una tonelada de droga, mientras nosotros nos enterábamos por la televisión. Hoy, el crimen organizado tiene las manos libres. Voy a romper la economía del delito: el Estado no puede tolerar que cada auto robado se conviertan en 150 autopartes que ingresan al mercado de la economía informal, y así se mira para otro lado. Será fundamental para acabar con la inseguridad el combate contra el narcotráfico. Ya no somos un país de tránsito, sino que nos convertimos en un país de consumo y comercialización. La solución está en ir a buscar a los narcotraficantes adonde mantienen de rehenes a la gente humilde".

Buenos Aires, 23 de febrero de 2011.

“Los argentinos tenemos derecho a saber lo que hace el gobierno. El mejor remedio contra la corrupción y contra las arbitrariedades es que los mecanismos de control funcionen”, afirmó esta mañana el precandidato a Presidente por la UCR, Ernesto Sanz al ser consultado por la denuncia de la Auditoria General de la Nación contra el Gobierno nacional por retacearle información.

“Si todo el tiempo y la energía que este gobierno gasta en falsificar los datos y eludir los controles los empleara en resolver los problemas del país, muchas cosas estarían mejor. Gastan mucho tiempo en tapar la inflación y muy poco en combatirla. Y lo mismo pasa con la seguridad, con las jubilaciones, con el desempleo”, señaló el líder radical.

Al respecto Sanz insistió: “Mi gobierno será transparente. Pero haré algo más importante: estableceré por ley los mecanismos que hagan que ningún gobierno en el futuro pueda volver a gobernar desde las sombras como hace éste. Los organismos de control podrán ejercer su función le guste o no le guste al presidente de turno”.

Buenos Aires, martes 22 de febrero de 2011.

El precandidato presidencial por la UCR Ernesto Sanz no pasó ayer inadvertido en la esquina porteña de Florida y Diagonal Norte. Eligió estratégicamente ese sitio para continuar con su campaña e invitar a los vecinos a su acto de lanzamiento, previsto para el miércoles 2 de marzo en el teatro Gran Rex. "En octubre, la inmensa mayoría de los argentinos votará por un proyecto alternativo al kirchnerismo", se entusiasmó el actual senador nacional.

Parte 1



Parte 2


El ex Intendente de San Rafael y actual Senador Nacional Ernesto Sanz almorzó con Mirtha Legrand e hizo pública en el tradicional programa del mediodía argentino, su pre candidatura a la Presidencia de la Nación. Prestó principal atención a la desigualdad social.
 
 Junto al Embajador de España Rafael Estrella (que está en el país desde hace 4 años), el coreógrafo Flavio Mendoza y el destacado pianista Bruno Gelber, el Senador Nacional Ernesto Sanz hizo uno más de los movimientos que tienden a posicionarlo en su pre candidatura a Presidente de la Nación.

Sanz ya había hablado de su pre candidatura en el lanzamiento de campaña para ganar la Intendencia de San Rafael de Aníbal Rodríguez. En la interna que tendrá la UCR, el ex Intendente local deberá “enfrentarse” con Ricardo Alfonsín.

Ya pueden verse en algunas ciudades de la Argentina, como Mar del Plata por ejemplo, afiches con la leyenda “Ernesto Sanz Presidente”, bajo la foto del actual Senador por Mendoza. Ante la pregunta de Mirtha Legrand de “¿qué siente cuando la gente dice que si bien lo conocen de nombre no lo ubican de cara?”, contestó que “es un gran desafío” ya que ya se encuentra recorriendo la Argentina.

Dijo tener una amistad con Alfonsín y recordó que el padre de éste es uno de los principales referentes de la historia del radicalismo. No obstante sseguró que su principal adversario no son personas, sino factores como la desigualdad social.

Como apostilla puede decirse que en un momento del programa, Sanz dijo que recientemente fue a ver la obra de Flavio Mendoza en Villa Carlos Paz por una invitación de Nito Artaza. “Estaba tan lleno que tuvieron que ponernos sillas”, dijo a lo que la “diva de los almuerzos” le contestó que está prohibido. “La culpa la tiene Nito entonces”, dijo Sanz entre risas.

El senador radical y precandidato a presidente Ernesto Sanz cuestionó al juez Norberto Oyarbide al asegurar que "el buen juez de instrucción es el que detiene poco y no libera, y es porque lo detuvo con certezas que esa persona es responsable de un delito".

El senador radical y precandidato a presidente Ernesto Sanz aseguró este lunes (14/02) tener "todas las sospechas" de que "la política influyó para la detención" del titular de UATRE, Gerónimo "Momo" Venegas, y de que "el sindicalismo influyó para la liberación" del dirigente.

"Tengo todas las sospechas que la política influyó para la detención y el sindicalismo influyó para la liberación, y ambos extremos de la ecuación son muy malos, porque quien queda muy mal parada es la justicia independiente, que no debería tener influencias ni para detener ni tampoco para liberar a una persona", sostuvo Sanz.

Además, cuestionó al magistrado que investiga la causa de medicamentos, Norberto Oyarbide, sin nombrarlo, al decir que "el buen juez de instrucción es el que detiene poco y no libera, y es porque lo detuvo con certezas que esa persona es responsable de un delito".

"Cuando veo que un juez que detiene y libera en 24 horas, veo un gran problema
", dijo en declaraciones a radio Brisas.

“Con la corrupción no puede haber grises: o se la combate a fondo o se la apaña, que es justamente lo que viene haciendo el Gobierno”, aseguró este mediodía el precandidato presidencial de la UCR y senador nacional, Ernesto Sanz, al ser consultado por el procesamiento del recaudador de la campaña de Cristina Kirchner, Héctor Capaccioli, y por el contenido de los cables reservados de la embajada de Estados Unidos revelados por el sitio WikiLeaks.

"Desde el primer día de mi gobierno voy a impulsar la creación de una suerte de Conadep de la corrupción, compuesta por figuras intachables, independientes y con las manos libres. La Justicia que yo apoyaré tendrá libertad e independencia absoluta para investigar a funcionarios propios y ajenos", afirmó Sanz.

“Pienso en un país que pueda controlar a sus funcionarios en el momento que ejercen el cargo y no que tengan que pasar catorce años en promedio desde que dejan el poder, tal como sucede ahora, para que la Justicia los investigue y aplique la ley", añadió el líder radical.

"Metodológicamente, el gobierno aplica la misma lógica a la corrupción que a la inflación: simula que no existe y jamás habla de ella, y así les va. En mis recorridas por todo el país compruebo que la lucha contra la corrupción es uno de los principales reclamos de la gente y a cada paso repito que voy a desterrar la corrupción que dejará el kirchnerismo, porque tengo la voluntad real de hacerlo, que es lo que hace falta”, concluyó Sanz.

"Tenemos distintos orígenes y trayectorias. Largamos con experiencias en la vida pública diferentes y distintas improntas personales", dijo el senador nacional, Ernesto Sanz, en referencia al diputado nacional, Ricardo Alfonsín, y al vicepresidente, Julio Cobos, los nombres que baraja el radicalismo para disputar la presidencia en octubre.

- ¿Cómo interpreta que Cobos no participe de la interna?

- No veo que haya poder de mando y autoridad sobre un grupo. A la inmensa mayoría la tengo a favor mío, y el 95% de sus adherentes ya tomaron partido por otros. Con Alfonsín es más difícil, es pelear contra un apellido prestigioso dentro del partido, con ese folclore y esa emocionalidad. Pero creo que en términos de los independientes tengo una enorme expectativa.

- ¿Como quedó el mapa político radical luego de la muerte de Néstor Kirchner?

- Hasta su fallecimiento, el radicalismo tenía dos candidatos que, de alguna manera, sintetizaban y globalizaban el espectro interno. Fuera del partido había tres tercios que competían por una segunda vuelta: el peronismo federal, el kirchnerismo y nosotros. Cuando murió Kirchner pasaron dos cosas: una hacia adentro y otra hacia afuera. Dentro del partido quedó un solo candidato (N de la R: en referencia a Alfonsín). La noticia golpeó muy fuerte al otro, que todavía no pudo recuperarse totalmente. (N de la R: en alusión a Cobos). Hacia afuera dejó un escenario con dos coaliciones importantes. Frente a este escenario, me di cuenta que había un desafío de representación y que yo era quien podía cumplirla.

- ¿Cuál es la estrategia del radicalismo?

- Todos los radicales mostramos inteligencia en adelantar las internas para prepararnos para octubre y poder hacer campaña todo el año. El Gobierno busca que peleemos internamente en agosto, cuando ellos tienen todo preparado y hacen campaña.

F

“En el ámbito partidario, me va muy bien. Soy presidente del partido a nivel nacional, en uso de licencia por mi precandidatura, y me conocen todos; y hacia fuera el nivel de conocimiento está creciendo, con mucho para trabajar por delante. También estoy muy entusiasmado porque veo que hay mucha gente independiente que quiere participar de la interna del radicalismo. Ha sido un acierto de mi partido convocar a los independientes para que nos ayuden a elegir el candidato a Presiente. Estoy convencido de que el 30 de abril habrá mucha participación, de adentro y de afuera de la UCR”, sostuvo hoy por la mañana el precandidato a Presidente por la UCR y senador nacional, Ernesto Sanz, en declaraciones al programa “Sensación térmica”, que se emite por Radio 10.

“Al radicalismo no le interesa sólo instalar un candidato; hay algo mucho más importante que es dar a conocer un programa, por eso estoy hablando de inflación, de inseguridad, de una transformación de la matriz productiva, del valor que tiene recuperar la calidad en la educación pública y la inserción de la Argentina en el mundo, que justamente son los ejes de mi programa de gobierno. Esta estrategia es un tiempo ganado en calidad democrática”, añadió Sanz.

“El anuncio de Macri no complica para nada a la alternativa que hoy presenta la UCR, porque se dirige a un segmento de la sociedad que es muy particular y muy propio de él. Nosotros estamos construyendo una alternativa al modelo del gobierno a partir de una propuesta superadora que toma de los últimos años lo mejor de la recuperación de la economía, pero que fundamentalmente le dice a los argentinos que hay un mundo de oportunidades para aprovechar y que este gobierno las ha dejado pasar. En octubre, estoy seguro de que la UCR polariza la elección con el gobierno”, aseguró el senador por Mendoza.

“Felizmente, soy parte de un espacio en el que son los partidos políticos –la UCR, el socialismo y el GEN- los que confluyen y los que, después del 30 de abril, cuando los radicales y los independientes elijamos nuestro candidato a Presidente, deciden cómo será la fórmula final para competir en las elecciones generales”, finalizó el líder radical.



“Desde la muerte de Kirchner veo solamente dos modelos de país, la del Gobierno y la nuestra”



Se trata de un diario personal, donde podemos compartir día a día su mirada, e intercambiar opiniones con él sobre las actividades, experiencias y eventos de la campaña.

Cada una de las notas tiene integradas herramientas que te permitirán compartir su contenido en las redes sociales (Facebook, Twitter).

El precandidato presidencial, Ernesto Sanz, remarcó hoy que los radicales están en condiciones de conducir el país y critico al líder de la CGT, Hugo Moyano. El legislador destacó que el Gobierno pretende mostrarse como el único capaz de dominar al sindicalista.

"Mi partido no es el mismo, ahora es conducido por una generación con vocación de poder", explicó el senador nacional en declaraciones a radio 10. "Tampoco el país es el mismo porque el mundo hoy es más amigable en términos económicos con la Argentina".


Para Sanz, por esas razones hoy "la gobernabilidad no está en juego como en décadas anteriores", pero cree que desde el oficialismo alientan esa idea. "Moyano es un monstruo creado por el Gobierno para hacerle crear a la sociedad que sólo ellos lo pueden domar", dijo para sustentar su idea.

Sobre su bajo nivel de conocimiento en el electorado, el mendocino señaló que "prefiere tener bajo nivel de conocimiento a que lo conozcan muchos pero mal". Y agregó: "Hay muchos dirigentes en nuestro país que son muy conocidos pero que tienen un voto negativo del que no pueden volver".

El bipartidismo. Sanz también se refirió a las permanentes declaraciones de Fernando "Pino" Solanas y Elisa Carrió en el sentido de "la necesidad de romper con el bipartidismo y crear fuerzas nuevas".

"Si estuvieran dentro de alguno de los dos partidos tradicionales, hablarían maravillas sobre ellos", se defendió. "En la Argentina para gobernar hace falta una sólida organización política que respalde, hace falta acuerdos con los sectores de poder de la sociedad. Eso sólo se logra desde estructuras como la del partido radical".

Sin embargo, remarcó la necesidad de forjar alianzas con otras fuerzas. "Al socialismo y al GEN los consideramos aliados centrales", aclaró. "Pero para armar una coalición que no sólo gane una elección, sino que tenga un programa que pueda desarrollar. En ese tránsito estamos."

Las diferencias dentro del radicalismo por la interna se agigantan. El encargado de patear el convulsionado tablero fue el flamante presidente de la Unión Cívica Radical, Angel Rozas.

"Para nosotros, no digo para todos, para nosotros que estamos en la dirigencia radical, el candidato oficial del partido va a surgir el 30 de abril", dijo Rozas en una entrevista con radio El Mundo.

Además, el ex gobernador de Chaco puso en duda la presencia del vicepresidente en las primarias de agosto: "Tampoco hay una decisión final confirmada de que Cobos sea candidato en agosto. Hay que reconocer que será lo mejor para Cobos, pero no es lo mejor para la UCR, en su conjunto como partido de oposición que quiere alcanzar niveles de competencia para ganarle al kirchnerismo, no es lo mejor ir a agosto".

Igualmente, añadió: "Vamos a respetar su deseo, nosotros tenemos una profunda vocación democrática hacia adentro y hacia afuera".

Rozas sostuvo que la decisión del mendocino "no fue ninguna novedad". Además agregó: "Cuando se fijo la fecha del 14 de agosto, me pareció inoportuno para los partidos de la oposición porque al único que beneficia esa fecha es al oficialismo, que esta de campaña todos los días por el hecho de gobernar, y me parece que es adormecer a todos los partidos de la oposición hasta 45 días antes de las elecciones, quien puede dar a conocer sus programas, marco de alianzas en 40 días. Sabemos que esto está hecho con una carga de picardía de parte del Gobierno".

También manifestó que tras la realización de la interna partidaria, en mayo, el radicalismo tendrá "el marco de alianza y va a tener certeza el pueblo argentino de quien es el candidato oficial del partido y de la alianza. Soy un convencido de que en segunda vuelta el kirchnerismo pierde las elecciones".

F

Correligionario/a,

Como sabe, he decidido presentarme como candidato a la Presidencia de la República en las elecciones del próximo mes de octubre.

No soy el único miembro de nuestro partido que ha presentado su candidatura. Por ello he decidido también pedir licencia en el cargo de Presidente del Comité Nacional hasta el momento en que hayamos elegido definitivamente a la persona que nos representará en las urnas. Creo que así ayudo a la transparencia de nuestras elecciones internas y a la eficacia de nuestra dirección partidaria, que debe seguir dedicándose por completo a fortalecer al partido y a garantizar su unidad.

Hemos pasado momentos difíciles. Pero la UCR es hoy el eje de cualquier alternativa de gobierno y el partido al que dirigen su mirada muchos millones de argentinos que desean un gobierno nuevo, distinto y mejor. Estoy orgulloso de haber contribuido a ello. Siempre he estado a disposición de mi partido y de mi país; y siempre podrán contar conmigo para defender nuestras ideas y para mejorar la vida de todos.

Estoy convencido de que Argentina tiene ante sí una gran oportunidad de progreso. Sé que en los próximos años podemos hacer que nuestra nación sea un lugar más seguro, más próspero, con más oportunidades para todos y con más peso en el mundo.

Es el momento de liberarnos de todo lo que nos frena y aprovechar todo lo que nos impulsa. Debemos hacerlo precisamente ahora. Lo haremos respetando el pasado, pero sabiendo que las respuestas que buscamos están en el futuro. Y yo quiero hacerlo con el apoyo de una nueva mayoría social que tiene que incluir a muchos hombres y mujeres más allá de las fronteras de nuestro partido.

Vamos a elegir a nuestro candidato de la única forma que sabemos hacerlo: democráticamente. Vamos a respaldar todos al candidato que elijamos. Y vamos a pedir a los argentinos su confianza y su voto. Para ganar y para gobernar.

Espero contar con su confianza para liderar este gran proyecto. Y le envío un caluroso saludo con mis mejores deseos para usted y para los suyos.

Dr. Ernesto Ricardo Sanz

La Unión Cívica Radical aceptó hoy por unanimidad el pedido de licencia de su presidente. El senador mendocino Ernesto Sanz a partir de ahora se dedicará por completo a su campaña presidencial de cara a las internas partidarias que se celebrarán el 30 de abril próximo y en las que enfrentará al diputado Ricardo Alfonsín.


Sanz recibió duras críticas por parte del alfonsinismo por su doble rol de presidente de la UCR y candidato. El mendocino ya tenía decidido tomar licencia, pero el trámite se demoró y recién se convirtió en realidad hoy, cuando la conducción radical designó al ex gobernador de Chaco, Ángel Rozas, como nuevo presidente.

Además, se confirmó que el 30 de abril se disputará la interna partidaria entre Alfonsín y Sanz que será "abierta y con fiscales independientes" según aclararon en el seno partidario. En la misma podrán participar todos aquellos afiliados e personas ajenas al partido que no estén inscriptas en otra fuerza.

Por su parte, el vicepresidente Julio Cobos, tercer presidenciable en discordia, ya tendría decidido no participar de la interna, pero si de las primarias estipuladas para el 14 de agosto, en las que enfrentará al ganar de la interna de mayo.

El senador radical y precandidato a presidente, Ernesto Sanz, señaló hoy que sería un "orgullo" que el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, lo acompañara en una fórmula presidencial.

"La fórmula ideal sería un radical en la candidatura a presidente, que aspiro a ser yo, y un socialista en la vicepresidencia", explicó el legislador mendocino en declaraciones a radio Mitre. "Que fuera Binner sería un orgullo para cualquiera ya que es un extraordinario dirigente y está haciendo una gran gestión."

De esta manera Sanz se sumó a Ricardo Alfonsín que, durante el fin de semana pasado, cruzó elogios mutuos con el gobernador santafecino en las playas de Villa Gesell donde compartieron un desayuno en el departamento que el Binner alquila todos los años y luego atendieron a la prensa en la conocida confitería Torino.

Sanz agregó que ya en Santa Fe los radicales están gobernando junto con los socialistas. "Es un frente de socialistas y radicales que nos permite exhibir ante el país un modelo de gestión exitosa", resaltó.
Binner llegó a la gobernación de su provincia en 2007 a la cabeza de un frente conformado por socialistas y radicales. En esos comicios se impuso al candidato justicialista, Rafael Bielsa, con el 48% de los votos.
"Si a eso le sumamos el GEN de Margarita Stolbizer, creo que ahí tenemos una buena coalición", concluyó.

F



La democracia, ya se sabe, no se agota en los comicios. Sin embargo, en vísperas de una elección, parece que el voto lo fuera todo.Compromiso de largo plazo . Los ciudadanos elegimos -por razones de momento- a quienes gobernarán durante años. Y solemos votar emocionalmente. El cirujano más odioso puede ser el mejor; pero a veces dejamos que nos opere el más teatral, aunque sea menos apto. La falta de adecuada información favorece esa actitud.

Menú fijo . En realidad, el votante ni siquiera elige. Opta por uno de los platos preelaborados que ofrecen los partidos. De existir la bromatología política, la venta de ciertos candidatos industriales estaría prohibida. Las primarias, abiertas y obligatorias, habrían hecho que las candidaturas surgieran, como es natural, desde abajo. Es penoso que se las haya desechado.

Propaganda . Vance Packard lo tenía claro: “Rara vez el consumidor elige un producto por su calidad”. Mediante la “investigación motivacional”, los publicistas “bucean en el subconsciente” para saber “qué comprará ese consumidor, de forma compulsiva”. En varios países, el proselitismo no puede durar más de dos o tres meses. Antes, rige una veda absoluta que protege el subconsciente del electorado e impide que los candidatos más ricos saquen ventaja. Por la misma razón -y por la capacidad de la TV para malear opiniones- el Reino Unido y Noruega prohíben la propaganda política en televisión.

Publicidad oficial . Todo aviso firmado por el gobierno es propaganda. No importa que se lo rotule “de interés público”. Las autoridades deben informar a secas; no promoverse a sí mismas mediante spots.

Falsas expectativas . A menudo se dice que, “cuando llegan arriba”, los políticos se olvidan de lo prometido. La amnesia, es indudable, afecta a más de un gobernante. Sin embargo, la gente -que no ha tenido oportunidad de conocer las propuestas- compara a un gobierno con las falsas expectativas que creó la propaganda. La política no hace crecer el pelo ni adelgazar comiendo.

Estrategas . Cuando un candidato tiene objetivos precisos y sabe cómo alcanzarlos, contrata a un experto para expresarlo de manera clara y persuasiva. Pero a veces ocurre lo contrario: un candidato sin objetivos ni aptitud se entrega a un “consultor” que -merced a encuestas- ausculta los deseos del electorado y los transforma en vagos objetivos de su candidato. Es marketing sin sustancia.

Exceso de oferta . Aun sin la intervención de tales “estrategas”, la mayoría de los candidatos tiende a prometer demasiado. Para ganar una elección se necesita ofrecer más beneficios que los oponentes. Pero la oferta debe ser limitada y viable. Hay razones para desconfiar del mortal que dice: “Yo soy el camino, la luz, la verdad y la vida”.

Política agonal . También hay que recelar de quien, para ensalzarse, inventa luciferes. Es fácil atacar a quienes -aun sin razón- son odiados por muchos. Si uno elige las bete noirs adecuadas, tiene asegurado un número de seguidores. Gottfred Liebniz decía que “las sectas no se caracterizan por lo que afirman sino por lo que niegan”. Los políticos responsables deberían evitar que la democracia fuera rehén del sectarismo.

Calidad institucional . Cuando se emplea esta expresión se lo hace para reclamar que el Ejecutivo respete a los otros poderes. Es algo imprescindible en un país donde -negando el principio republicano- los tres poderes suelen habitar en la Casa Rosada. Esa concentración es más fácil cuando Legislativo y Judicial no se respetan a sí mismos. Sea porque el partido gobernante gozó de amplia mayoría, o porque la oposición fue indolente, el propio Congreso ha violado (o permitido que se viole) la Constitución nacional. Durante años dejó que el Ejecutivo legislase, bajo el disfraz de Decretos de Necesidad y Urgencia. Y le ha otorgado, además, facultades extraordinarias. Los legisladores se han despojado, así, de obligaciones indelegables. Todo, con el aval de una justicia que, en más de una ocasión, se ha abstenido de resolver “cuestiones políticas”. Cuando Ejecutivo o Legislativo se salen de los ámbitos fijados por la Constitución, la Corte debe ejercer, inexcusablemente, el control institucional.

Presupuesto . La “ley de leyes” gobierna todos los ingresos y egresos del Estado. No hay tema -sea la economía o el bienestar social, la ciencia o la educación- que no dependa del Presupuesto. A pesar de eso, el Congreso siempre aprueba, con pequeñas modificaciones, los Presupuestos diseñados por el Ejecutivo. Renuncia, así, a participar en la política tributaria y la asignación de fondos. No se puede aprobar el Presupuesto a libro cerrado, o apenas corregido. Tampoco se puede demorar su sanción. La prórroga del Presupuesto anterior ignora las situaciones y necesidades que se producen de un ejercicio al otro. Por otra parte, con un Ejecutivo que se arrogue facultades ajenas, el Presupuesto viejo puede servir de base para añadir egresos injustificados.

Corrupción.

La ligereza con la que se aprueba el Presupuesto da lugar a gastos ocultos y fondos reservados: agujeros por los cuales escapan dineros públicos que terminan en bolsillos indebidos. Pese a los innegables esfuerzos de la Auditoría General de la Nación, la ulterior rendición de cuentas no permite enmendar la situación. Cifras tardías, y a menudo incompletas, esconden gastos impropios.

Plan . Para construir una verdadera democracia, debemos cumplir, como mínimo, con estos puntos:

1. Poner en marcha el sistema de internas abiertas.
2. Limitar las campañas electorales a 90 días.
3. Establecer una veda de publicidad hasta el inicio de cada campaña.
4. Regular la propaganda política en TV, estableciendo límites por partidos.
5. Prohibir la propaganda oficial, poniendo al partido del gobierno en igualdad de condiciones con los otros partidos.
6. Prohibir la publicidad negativa, evitando así los ataques o descalificaciones de un partido a otro.
7. Asignar a los candidatos espacios gratuitos en TV para que cada uno exponga el “qué” y el “cómo” de sus propuestas.
8. Obligar a que, en tales espacios, cada candidato anticipe cómo garantizará la división de poderes, la debida sanción del Presupuesto y la puntual presentación de la rendición de cuentas.

Para muchos, este será un plan naïve , destinado a la indiferencia o el rechazo de los políticos. Muchos de ellos, sin embargo, se beneficiarían de este perfeccionamiento democrático.

En épocas de vacas gordas, la mala democracia resiste cualquier cosa. Cuando las vacas enflaquecen, la gente pide que se vayan todos.

Lanzado de lleno a su campaña como precandidato presidencial, el senador Ernesto Sanz dio detalles de lo que será la misma al referirse estrictamente a la cuestión educativa, cuestión que considera como “un tema central para discutir en la Argentina”.

“Me parece que la Argentina hoy merece una mirada hacia delante, una construcción de mediano y largo plazo, donde alguien se encargue de hablar de la revolución educativa”, remarcó el senador mendocino, quien destacó que ese será uno de los ejes de su programa, porque “la Argentina está hoy demasiado sometida a las cuestiones del pasado y del presente, pero muy poco se habla y muy poco se ofrece como perspectiva de futuro y sobre todo dejar de lado los problemas y empezar a hablar de las oportunidades que se desaprovechan y que podríamos aprovechar”.

En diálogo con Radio 10, Sanz sostuvo que “nuestro país ha abandonado la lucha por tener una educación pública de calidad. La ha dejado de lado. Y desde hace un tiempo estamos creyendo que la brecha de desigualdad que existe en nuestro país y que es uno de los componentes más duros y difíciles del tejido social, se va a revertir con políticas asistenciales”. 

F

Al anunciar su candidatura presidencial, ayer, en este diario, Ernesto Sanz agregó algunas incógnitas cruciales al paisaje político. La más evidente es él mismo: Sanz. Si bien fue intendente de San Rafael, ocupa una banca en el Senado desde hace siete años, condujo el bloque radical en esa Cámara, integró el Consejo de la Magistratura y desempeña la presidencia del radicalismo desde hace un año, este abogado mendocino de 54 años sigue siendo poco conocido para sectores muy extendidos de la población.

Sanz tiene una llamativa atracción entre quienes lo identifican o lo tratan, pero ese círculo es aún muy estrecho. De los tres aspirantes a la candidatura presidencial de la UCR, es el único que deberá construirse a sí mismo. Todavía no le ha llegado el instante digno de ser arrebatado. Para Julio Cobos, ese momento mágico fue el del empate de los senadores ante la resolución 125. Para Ricardo Alfonsín, la dolida apoteosis de su padre. Si los hados no dicen lo contrario, Sanz requerirá, en cambio, de una ingeniería.

La operación va a ser reveladora del estado actual de la política. Para un público que manifiesta signos de saturación frente a las ofertas electorales conocidas, lo novedoso acaso posea un atractivo insospechado. Si el partido que lo propone carga, además, con un pasado reciente muy controvertido, esa posibilidad podría reforzarse. Sanz cuenta con un récord interesante: es el único postulante a la presidencia cuyo nombre carece de resonancias sobre experiencias políticas anteriores. ¿Es un activo o un pasivo? Es lo que no se sabe todavía.

Otra peculiaridad de Sanz, sobre todo si se lo observa a la luz de la interna radical, es que deberá montar su candidatura sobre su propio eje. Es decir, sobre su propio discurso, sobre su propia propuesta. Julio Cobos obtuvo gran parte de su identidad de Néstor Kirchner. El voto no positivo y los malos tratos que la Casa Rosada le dedicó después de ese voto lo colocaron durante meses en la cumbre de las encuestas. La muerte de Kirchner fue una pérdida para Cobos.
También la personalidad de Ricardo Alfonsín se define a partir de otro. En este caso, de Raúl Alfonsín. Al morir, el ex presidente le devolvió a su apellido una densidad sorpresiva, que Ricardo aprovechó con habilidad, sin perder el decoro. Ese vínculo filial se volvió más ventajoso para enfrentar a Cobos, que regresaba a casa como el hijo pródigo. ¿Qué mejor que un dirigente que se llama Alfonsín, habla como Alfonsín y se viste como Alfonsín, para derrotar en una interna a alguien acusado de apostasía?

Las pretensiones de Sanz vienen a modificar esa dinámica. A diferencia de Cobos, es difícil que los radicales puedan reprocharle defecciones. A diferencia de Alfonsín, es más fácil que se le acerquen votantes recelosos del radicalismo y su foja de servicios. Habrá que ver si Sanz consigue, en estos meses, encarnar la cuadratura del círculo. Es decir, convencer a suficientes seguidores de Alfonsín de que él también garantiza la pureza de sangre, algo que los herederos de Alem valoran más que el poder. Y asegurar a los simpatizantes de Cobos que él también es capaz de tender un puente con el electorado independiente. Si lo logra, habrá demostrado que está en mejores condiciones que Cobos para ganar la interna y en mejores condiciones que Alfonsín para imponerse en la general.
Es posible que el más debilitado con el desembarco de Sanz sea Cobos. Algunos de los dirigentes que, escépticos del encanto de Alfonsín ante los extrapartidarios, se resignaban a esperar su demorado lanzamiento, tienen ahora una opción competitiva más a mano.

Alfonsín, por su lado, deberá dar mayor espesor conceptual a su candidatura. La reminiscencia de su padre, tan eficaz frente a Cobos, tal vez sea menos aconsejable frente a un radical novedoso, pero autóctono, como Sanz. Alfonsín querrá llevar a su contrincante al terreno de la interna, que es su fortaleza. Tal vez quiera aprovechar que Sanz es más conocido en la dirigencia que en el llano para caracterizarlo como "el candidato que el establishment le quiere imponer al partido" (hay muchos radicales que, hartos de ser desalojados del poder por el "establishment", están encantados de que así sea; cinismo puro).

Esta disputa por la demarcación del campo de juego tiene, como es lógico, proyecciones discursivas. Basta leer las declaraciones de Sanz. Otra vez demostró tener talento como comunicador, sobre todo por su contundencia. Por ejemplo, propuso crear una "Conadep de la corrupción" y se presentó como una especie de anti-Moyano. Es posible que Cobos y Alfonsín, pensando lo mismo, no consigan formularlo con la misma convicción. En cambio, en la discusión sobre la política económica, Sanz trató de no apartarse del consenso tradicional de su partido. Defendió un Banco Central "desarrollista", admitió que Aerolíneas Argentinas debe seguir siendo estatal, adhirió a la liquidación de las AFJP y hasta suscribió el programa Fútbol para Todos. Por un momento parecería que Alfonsín, padre e hijo, lo estuvieran controlando.

Estas definiciones son un guiño bastante obvio al radicalismo clásico. También sirven de valencia para un acuerdo con el Socialismo y con el GEN -Sanz tiene un vínculo especial con Rubén Giustiniani y Margarita Stolbizer-. Sin embargo, las manifestaciones del nuevo candidato inauguran interrogantes de mayor alcance y profundidad. Uno de ellos es el de la frontera entre la UCR y la alianza entre Pro y el peronismo federal. El acertijo es cuál será el área de maniobras que los radicales les dejarán a posturas más libre-empresistas, como las de Mauricio Macri. Tal vez Sanz crea que, dado el despliegue territorial de su partido, ese voto le llegará solo, a pesar de su declarado intervencionismo.

De esta pregunta deriva otra, más definitoria para el largo plazo: en qué grado el radicalismo está dispuesto a ofrecer una alternativa al Gobierno que exceda el plano de los modales institucionales y aborde también la organización de la economía. Para ponerlo en otros términos: la vocación de la UCR para discutir una visión de la economía cuya genealogía se remonta al Estado de bienestar fundado en los años 40 sigue estando en discusión.

F

El senador y candidato presidencial Ernesto Sanz, fue elegido como el mejor político del año pasado.



El jurado estuvo integrado por Luis Majul (Periodista) M. Ruiz Guiñazú (Periodista) Paula Bertol (Diputada) J. Morales Solá (Periodista) Ernesto Sanz (Senador) Pino Solanas (Diputado) Sergio Massa (Ex jefe de Gabinete) Rafael Bielsa (Ex canciller) Artemio López (Encuestador) Graciela Römer (Consultora) F. de Narváez (Diputado) Luis D'Elía (Dirigente social) Martín Sabbatella (Diputado) Marcos Aguinis (Escritor) Omar Bello (Publicista) Victoria Donda (Diputada) M. Stolbizer (Diputada) Jorge Lanata (Periodista) Graciela Ocaña (Ex ministra) F. Braga Menéndez (Publicista) Beatriz Sarlo (Escritora) Roberto Pettinato (Conductor) Julio Bárbaro (Ex funcionario) Daniel Sabsay (Constitucionalista) Guillermo Marcó (Sacerdote) Santiago Kovadloff (Filósofo) Alfredo Leuco (Periodista) Daniel Hadad (Empresario).

Más...


Estos son ocho de ellos

Cortes de calles "El Estado tiene que tener una política muy clara que no pasa por la represión. [...] Pero eso sí: hay un principio que es el del respeto por la ley y de las decisiones de los jueces que un gobierno debe garantizar."

Planes sociales "El asistencialismo como herramienta para combatir la desigualdad es una herramienta de corto plazo. Una herramienta del «mientras tanto». Pero la brecha se combate generando oportunidades. La Argentina necesita una revolución educativa."

Superpoderes "Estoy convencido de que los superpoderes se transforman, como todas las desviaciones institucionales, en un elemento distorsivo y negativo que afecta la credibilidad del sistema, la previsibilidad y eso se traduce en pérdida de inversiones."

Reservas del Banco Central "No creo en un Banco Central desligado de la economía real. Creo que debe ser una herramienta para un proyecto económico de desarrollo, aunque por supuesto tampoco creo que el Banco Central sea un prestamista del sector público."

Subsidios al transporte "Las distorsiones no están dadas por los montos, sino por su aplicación. Yo no le tengo miedo al subsidio al transporte en la medida en que eso genere un beneficio al usuario. Pero si la política del subsidio es para que los funcionarios obtengan retornos..."

Poder Judicial "Estoy de acuerdo con la autarquía del Poder Judicial. Estoy de acuerdo con que [la ley de] presupuesto tiene que fijarle una pauta y, dentro de esa pauta, el Poder Judicial tiene que tener la posibilidad de manejar sus propios recursos."

F

De cara a las elecciones generales del 23 de octubre, La Nacion comienza hoy una serie de entrevistas con precandidatos presidenciales, en las que se pronunciarán sobre los temas que más preocupan a los argentinos. El primero en responder es el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), el senador Ernesto Sanz. 


-Voy a ser candidato, voy a competir en la interna del radicalismo.

-¿Lo está oficializando ahora?

-Lo estoy notificando en este momento. Voy a ser candidato y voy a competir en la interna, cualquiera que sea el modo y el momento en que se celebre.

El senador mendocino Ernesto Sanz, presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), despejó finalmente las dudas. Competirá por la presidencia y, para eso, enfrentará primero a sus dos rivales dentro del partido: Julio Cobos y Ricardo Alfonsín.

Sanz quiere, sin embargo, adelantar la batalla. Más allá de las internas abiertas previstas por ley para agosto, quiere que el radicalismo defina a su candidato "en abril o mayo". Así, argumentó, el que resulte vencedor podrá recorrer con algo más de tiempo el país, presentarse en el exterior y recaudar fondos para el escenario que vislumbra o que desea: él contra la presidenta Cristina Kirchner en un hipotético ballottage.

Durante 90 minutos, Sanz anticipó a La Nacion los ejes de su eventual gestión. Entre otros, lanzar una "revolución educativa", fortalecer las instituciones, reducir el nivel de confrontación pública e investigar los "negociados" del kirchnerismo con una suerte de Conadep de la corrupción y repensar la relación de la Nación con las provincias. Llevados a la práctica, esos lineamientos borraron la sonrisa de Sanz. En particular al abordar el desafío que encarna el jefe de la CGT, Hugo Moyano. "Puede intentar paralizar el país, pero hay que ver si se anima si tiene enfrente a un presidente que se le anime. Yo me le animo a Moyano y al que venga", dijo.

Las respuestas depararon algunas sorpresas. Porque Sanz juró que no buscaría los superpoderes, convocaría a todos los ex técnicos del Indec para recuperar el prestigio perdido de la institución y extendería la asignación universal por hijo a todos los chicos del país. También dijo que Aerolíneas Argentinas -a pesar de su déficit diario de $ 8 millones- debe continuar en manos del Estado, y que el Fútbol para Todos, aunque menos propagandístico, continuaría bajo su gestión.

"El kirchnerismo construyó un modelo de poder que lo fue retroalimentando en base a la propia acumulación, que tuvo mucho poder, mucho dinero, mucha discrecionalidad -denunció-. Pero esto generó un monstruo que se devoró a sí mismo, que es el sindicalismo. Hoy es una piedra en el zapato de este gobierno. Lo mismo con los piqueteros y la permisibilidad hipócrita sobre la ocupación de los espacios públicos."

-¿Cuál sería su política ante los cortes de calles y los piqueteros? 

-El Estado tiene que tener una política muy clara que no pasa por la represión. Comparto con este gobierno que la mejor política es la disuasión pacífica. Pero eso sí: hay un principio que es el de respeto por la ley y de las decisiones de los jueces que un gobierno debe garantizar. El ejemplo del parque Indoamericano muestra que cuando desde el Gobierno hay decisión firme y se traslada a las fuerzas de seguridad, y desde ahí a los ocupantes, tenés el 50% del tema resuelto. El otro 50% del tema es persuasión, disuasión, diálogo.

-¿Coincide con que la policía asista desarmada a las manifestaciones? 

-No creo que haya que desarmar a la policía. Lo que creo es que hay que prepararla y profesionalizarla para que sepa para qué sirve tener un arma y que sólo se puede utilizar en situaciones excepcionales, proporcionales a lo que tiene enfrente.

-Hoy se reparten por lo menos $ 15.000 millones al año en planes sociales, ¿Los mantendría, ampliaría o eliminaría? 

-El asistencialismo como herramienta para combatir la desigualdad es una herramienta de corto plazo. Una herramienta del «mientras tanto», que en la Argentina de algunos años que vienen seguirá siendo necesaria. Pero la brecha de desigualdad sólo se combate generando oportunidades. Y, para eso, la Argentina necesita una revolución educativa. Hay que invertir mucho en calidad de la educación pública, en infraestructura social básica.

-La asignación universal por hijo cuesta $ 7000 millones al año y extenderlo a todos los chicos del país por $ 200 cada uno rondaría los $ 25.000 millones anuales. ¿Qué planes tiene sobre eso? 

-Ampliarlo. En una primera etapa y con esta brecha de desigualdad, mientras logramos esa revolución educativa, tenemos que ampliarlo. Yo promuevo políticas universales en serio. Universales significa a todos. Pero lo que no se puede es tenerlas como horizonte permanente, por lo que ese «mientras tanto» lo iremos reduciendo a medida que vayamos incorporando a muchos de ellos en la estructura social.

-Según los analistas privados, la inflación ronda hoy en entre el 25 y 30 por ciento. ¿Cómo la frenaría? 

-La inflación tiene tres componentes. El primero es la emisión monetaria; el segundo -para mí, el más importante-, es que la oferta está perdiendo la batalla con la demanda; y el tercero es la expectativa inflacionaria, que el gran culpable es este gobierno. La intervención del Indec generó expectativas simplemente porque la gente sabe que sus índices son truchos. Si trabajamos estos tres elementos, en un año o año y medio tendríamos una inflación acotada.

-¿Reintegraría al Indec los técnicos que se fueron? 

-¡Absolutamente! Creo que hay una cuestión de reparación no sólo legal, sino de reparación moral. Uno de los problemas de este país es que todas sus instituciones afrontan una discusión sobre su rol: si los DNU son una herramienta para el Ejecutivo o el Legislativo; en el Judicial, si el Consejo de la Magistratura es el que administra los fondos o es la Corte Suprema; en el Banco Central, si es el custodio del valor de la moneda o es el banco de desarrollo que quiere la Presidenta; el Banco Nación si es prestamista de la producción o del Gobierno; la Anses, si está al servicio de los jubilados de ahora y de los que vienen, o es un prestamista mayorista del Gobierno...

-¿Planea estatizar empresas de servicios públicos? 

-Hay que analizar cada caso en particular y en función de cuál es el beneficio último para los usuarios. Ahora, ¿ese servicio lo debe prestar el Estado o lo puede prestar un privado? La verdad es que me es indistinto. Si lo presta el Estado, lo debe prestar bien, eficientemente, y que no dé lugar a negociados. Y si lo presta un privado, el Estado debe estar encima de él las 24 horas para que se cumplan los mismos parámetros.

-¿Qué haría con las retenciones, que permiten recaudar US$ 11.500 millones? ¿Las eliminaría o modificaría? 

-Creo que hay que ir a un esquema de disminución progresiva. Pero ningún gobernante podría, de ninguna manera, eliminar las retenciones porque se han transformado en una fuente imprescindible de financiamiento del sector público.

-En el transporte público queda por resolver el dilema entre la actualización de las tarifas y los subsidios, que rondan los $ 63.000 millones al año, y las distorsiones que generan... 

[Interrumpe] -Las distorsiones no están dadas por los montos, sino por la aplicación. No lo tengo miedo al subsidio al transporte en la medida que eso genere un beneficio al usuario. Para eso debemos aplicar una política de subsidios con contraprestaciones del otro lado. Pero si la política del subsidio es para que los funcionarios obtengan retornos o para que se enriquezcan los prestadores de esos servicios mientras la gente viaja como ganado, ése no es el país que yo quiero.

-¿Y Aerolíneas Argentinas? Pierde $ 8 millones por día. ¿Debe seguir siendo del Estado? 

-Yo, hoy, no la privatizaría. Se ha recorrido un camino en el que es mucho más costoso desandarlo que tratar de hacerla eficiente para que no genere la pérdida que está generando. Y si vamos a ponerle subsidios, que Aerolíneas se haga cargo de aquellos lugares que otras líneas aéreas no podrían competir, trataría de generar competencia para beneficio final del usuario, pero pensando en su rol social.

-¿Apelaría a las reservas del Banco Central? El Gobierno prevé utilizar US$ 7500 millones este año. 

[Tajante] -Absolutamente sí. No creo en un Banco Central desligado de la economía real, en un Banco Central que sea una isla. Creo que el Banco Central es una herramienta para un proyecto económico de desarrollo, aunque por supuesto tampoco creo que el Banco Central sea un prestamista del sector público. Debe ser un banco que apunte a direccionar el crédito de los bancos a la producción, a fomentar financiamiento que el sector productivo hoy no tiene.

-¿Dejaría que el Fondo Monetario auditara las cuentas públicas? 

-Sí, [que audite] el que quiera. No tengo prejuicios. El Fondo Monetario fue muy perverso para la Argentina en un momento en el cual tuvimos gobiernos débiles que no pudieron marcarle la cancha al Fondo.

-También sobre el frente externo del país, ¿cómo sería su relación con Estados Unidos? 

-Adscribo a la multipolaridad y a la vinculación entre bloques. Lo primero que debe hacer la Argentina es definir qué haremos con el Mercosur. Con Brasil tenemos que fortalecer el bloque para después, junto con Chile, vincularnos con Estados Unidos y con la Unión Europea, a la que le apunto mucho. Si tengo que apuntar a un eje, yo apunto a la relación Mercosur-Unión Europea porque nos aportará fortalezas y defensas frente a lo que avizoro como una guerra entre Estados Unidos, China e India.

-En esas prioridades, ¿dónde ubica a la Venezuela de Hugo Chávez? 

-La relación con Venezuela tiene hoy tres componentes: amiguismo, ideologismo y negociados. Ninguno de los tres puede ser pauta para que un país serio se vincule con el mundo.

-¿Pediría los superpoderes? 

-No, porque estoy convencido de que los superpoderes se transforman, como todas las desviaciones institucionales, en un elemento distorsivo y negativo que afecta la credibilidad del sistema, la previsibilidad y eso se traduce en pérdida de inversiones, fuga de capitales, incertidumbres. Me gusta un país con reglas claras. Hay que gobernar con ejemplaridad.

-¿El número de ministros en la Corte Suprema es el correcto?
-Cinco está bien, yo voté esa ley. El tema de la Corte no tiene que ver con el número, tiene que ver con la aptitud de sus componentes. Si me pregunta por una personalidad argentina con la que me siento totalmente identificado estos últimos años ése es Ricardo Lorenzetti.
-¿Qué piensa del reclamo de la Corte para tener su propio presupuesto? 

-Estoy de acuerdo con la autarquía del Poder Judicial. Estoy de acuerdo con que el presupuesto tiene que fijarle una pauta y, dentro de esa pauta el Poder Judicial, tiene que tener la posibilidad de manejar sus propios recursos.

-¿Bregaría por una reforma del Consejo de la Magistratura? 

-Sí. Lo central es quitar el derecho de veto a cualquier estamento. No puede haber derecho a veto. Tenemos que volver a un equilibrio. La segunda reforma sería que el Consejo se aboque sólo a la selección y destitución.

-¿Cómo afrontará la corrupción del gobierno de los Kirchner? ¿Promovería una comisión investigadora? 

-Si, absolutamente. Estoy convencido de que en estos años ha habido mucha corrupción. Y creo que es necesario investigar.

-No se lo dejaría a la Justicia? 

-Se lo dejaría a la Justicia, pero con un apoyo desde afuera.

-¿Cómo? 

-Una suerte de "Conadep de la corrupción".

-¿Una "Conadep" o potenciando la Oficina Anticorrupción? 

-Puede ser la Oficina Anticorrupción, pero dándosela a la gente absolutamente independiente de mi gobierno. Así como los organismos de control deben tener independencia de oficialismo y oposición?
-¿Mantendría el sistema actual de jubilaciones o alentaría la vuelta de las AFJP?
-No, no, de ninguna manera. Fui un opositor a la privatización de los ?90. Creo en el sistema de reparto. La obligación del Estado es un sistema de reparto. Lo que sí, trabajaría en la economía informal para lograr una ecuación diferente de activos sobre pasivos, que está en el 2 a 1, para transformarlo a 4 a 1.
-¿Reformaría la ley de medios? 

-Sí. Adecuaría la desinversión en aquellas áreas donde puede haber distorsiones monopólicas. Estoy de acuerdo en la democratización absoluta de los medios de información.

-¿Habla de los operadores de cable? 

-Hablo de impedir que cualquier protagonista tenga el dominio del mercado. Soy defensor a ultranza de la competencia de los mercados.

-Entonces, usted prohibiría la fusión entre CableVisión y Multicanal? 

-Hay que revisar eso, pero a mí no me gusta la idea de que alguien pueda manejar el 80 o el 90 por ciento del cable.

-En la misma línea, entonces, con Telefónica controlando Telecom? 

-Exactamente, eso me parece una alta concentración. No creo en los monopolios.

-¿Y el Fútbol para Todos? 

-Sí, lo mantendría. Es una de las cosas que ya no podés volver atrás y, además, no me parece que sea un motivo de discusión central el acceso a los partidos de fútbol. El problema es si el Estado está en condiciones de gastar 900 millones de pesos.

F


 

Copyright 2006| Blogger Templates by GeckoandFly modified and converted to Blogger Beta by Blogcrowds.
No part of the content or the blog may be reproduced without prior written permission.